Este capítulo se dividirá en dos partes que se publicaran al mismo tiempo.
Un nuevo día
Wily Kit y Letha despertaron a cada uno de sus compañeros, Cheetara se cubrió el estómago donde una herida larga y profunda se apreciaba sin pelo, Lion-O la miró de reojo pero ella se cubrió con su chaleco de pequeñas bolsas a lo largo de dos piezas de cuero.
Los pasos apagados de decenas de enormes coleópteros se desplazaron por el suelo rocoso de aquel pueblo.
-Han cavado una salida del suelo a unas casas de aquí, Wily Kit dijo en voz baja. Eran decenas de soldados montados en insectos.
-Son una avanzadilla Kitty, ya las hemos visto antes.
-No lo creo maestra, es una columna completa, han pasado el rio. Dijo Letha con una expresión solemne.
Cheetara se frotó los ojos, los cascos relucientes de soldados escarabajo con el doble Luna y la Flor de loto.
-Si puedo apostar yo diría que tenemos un ganador. Lion-O apuntó a una bestia mecánica que Cheetara y Wily Kit reconocieron, un enorme taladro.
-¿Qué pasa con los animales?
-No te preocupes maestra, les he puesto los bósales y los he amarrado lejos del pueblo. Letha señaló a uno de los establos abandonados que en caso de ser descubiertos les permitiría una rápida huida por el lado contrario, sin importarle que Lion-O no tuviera su misma velocidad.
-El ejército del rey ha retrocedido, seguramente ya lo han notado, debemos adelantarlos por el oeste.
-¿Podrían decirme la razón de su guerra con esos bichos? Preguntó Lion-O que se apretaba los botines para el fango que compró en la aldea de los Bolkins.
-¿Dónde has estados estos últimos años, en un iglú? Habló Letha en un tono que parecía muy escurridizo e indirecto.
-¿Así que ni tú lo sabes? El tono irónico de Lion-O se reflejó en la cara de Wily Kit.
-Tomamos algo que no nos pertenecía o de eso se nos acusó. Dijo Cheetara secamente.
Cuando le explicó Wily Kit la historia de la colonia de los escarabajos y la forma en que presumiblemente el rey Tygra les robo el huevo de una de sus reinas, comprendió que la razón de la lucha era simplemente un mero pretexto para invadir el reino de Thundera.
Ojin era un servidor de la corona del reino del los insectos que había ascendido al poder gracias a que la guerra con Thundera, le dio el motivo perfecto para invadir las tierras del continente Thuriano, nadie se aliaría con Thundera si sabían que la invasión era un asunto provocado por ellos mismos.
No sabía cómo se habían hecho con el taladro robótico de Mumm-Ra, pero poseían suficiente Thundrillium como para alimentarlo.
-Si podemos destruir esos tanques de combustible y el hoyo del que han salido, podremos romper su moral, de otra manera harán otros conductos en los ríos interiores y serán muy difíciles de parar.
-Sería mejor regresar al campamento, este plan es suicida. Letha no deseaba arriesgar el pellejo en una idea loca de un extranjero, por muy noble que fuera.
-Letha tiene razón, seríamos un blanco fácil para ellos si los atacamos directamente.
-Yo tengo explosivos. Dijo Wily Kit que de pequeños y estudiados saltos llegó a Lion-O, dejando a su maestra con una cara descompuesta.
-¿Siempre me vas a llevar la contraria?
-Si llegamos primero a los campamentos interiores el rey podrá resistir a costa de que los pueblos de la comarca sean destruidos, así que esta es la mejor opción. Ella le replicó.
-Bien, tú y “Pendragon” pongan los explosivos en la caravana de combustible, yo llevaré a Cheetara a la montura, en su condición no podremos hacer mucho para escapar.
-No Letha, será mejor que vayamos nosotros dos, somos rápidos y él no podrá escapar con la suficiente velocidad si hay soldados con armas de plasma.
-Pero… Letha razonó que quizás deseaba con locura a esa “enana”, como fuera, no arriesgaría una vida en la monarquía por alguien de su nivel, aunque no tenía alternativa.
-Estoy de acuerdo con el plan de Kitty, una vez lo hagan, distraeré a los soldados para que escapen, con el caballo podré recorrer el camino a la comarca por mi cuenta. Dijo con seguridad. Wily Kit se acercó a él jalándole de la manga y le habló en susurros.
-“Nos encontraremos cerca del paso de nieve de la montaña que usamos para ir a la ciudad de los perros hace años”.
-“Preferiría seguir con ustedes”.
-“No seas idiota, no sabemos si Letha o Cheetara te entregarán a los soldados del rey, no puedes confiar en ellos, menos en ella”.
-“¿Ya empezamos?”
-“Deja de hacer el idiota, no hemos hablado aún, así que no molestes”.
A pesar del enojo de Wily Kit, Letha y Cheetara siguieron maravillándose de la cercanía de la chica por ese extranjero al que abrazó quien más parecía estar abrazando a su hermana menor que comportándose como un novio, era hasta un punto paternal.
-Debo reconocerlo, eres una inspiración para Wily Kit, no la había visto tan decidida en mucho, mucho tiempo, Cheetara y Lion-O recorrieron los callejones en la oscuridad hasta dar con el siti donde Letha había amarrado a los caballos.
Cheetara constantemente se jalaba del collar como si sintiese una opresión producto de portarlo.
-Si te molesta tanto deberías quitártelo.
-Hmm, no puedo… quiero decir… sigamos. Por si no fuera poco ella se agarraba del estómago, Lion-O ante las protestas airadas en silencio de la clérigo, la llevó a sus espaldas, dado que no podía alzar la voz, terminó por aceptar su ayuda.
-¿Todavía te duele el abdomen?
-Un poco, esa herida que viste me deshizo la matriz y cuando entro en mi período es como si fuera a morirme, por lo general paso esos días en el campamento pero por Kitty… Ella se apretó al cuello de Lion-O con cada retortijo.
-¿Es por eso que no puedes tener hijos?
-Sí, es un desastre.
-Así que evitas relacionarte.
-¿Qué preguntas haces? Ella le pellizcó.
-Era curiosidad.
-Dicen que la curiosidad mató el gato… hmm, para tu información estoy en una relación, es solo que…
-¿Qué?
-No te confundas, es una buena persona…
-Pero no le amas.
-Amor, es un lujo muy grande en este mundo, quizás es que no quiero estar sola.
-No pensé que tuvieras esa clase de pensamientos.
-Y yo no sé por qué te digo esto, no eres muy fuerte, aún así eres un sujeto carismático, idealista y resistente, el líder nato que sigue la gente sin pensar.
-Ahora juegas conmigo.
-En absoluto, lo digo solo para que no arriesgues tu vida innecesariamente, los héroes nacen para morir jóvenes, trata de no convertirte en uno o… a aquellos que te rodean.
No era el tipo de cosas que esperaba escuchar de Cheetara que apretó sus manos que luego pasaba por su cuello.
-¿Crees que en tu condición podrás informar al rey?
-Descuida, algo me dice que ya lo sabe. Lion-O se preguntó si ese collar era alguna clase de dispositivo mágico.
Cheetara se subió a su montura felina agarrando la otra brida, Lion-O tomó a su caballo y salieron caminando con cautela.
-¿Has pensado en lo que te dije?
-¿Sobre qué?
-Sobre ver al rey, él podría emplear a alguien como tú.
-Me temo que no será posible, pienso tomar otra ruta, además, mi viaje a este sitio es temporal mientras encuentro a la persona que he venido a buscar.
-¿Y qué hay de Kitty?
-Ella lo comprenderá.
-Al menos me dirás tu nombre.
-¿Eso importa?
-No de momento.
Se subió al caballo y sacando una granada explosiva se preparó para su asalto. Cheetara mientras tanto miraba ese largo cabello rojo que tenía en la mano y regresó a ver al extranjero que en un punto del trayecto inició su marcha a todo galope.
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Dos fuertes explosiones se sucedieron y luego una tercera en la espalda de ese robot taladro.
Lo soldados escarabajo gritaron, en ese momento un caballo se escuchó recorriendo el camino que se internaba en el bosque.
Dispararon con sus rifles de plasma, en su extraño lenguaje se avisaban entre ellos, estaban confundidos y eso aprovecharon los clérigos para pasar corriendo a toda velocidad sin ser notados, a diferencia de Cheetara no podrían mantener su velocidad más allá de los cien metros.
Cheetara hizo señas a Letha y Wily Kit que se subieron a las monturas.
-Qué los ancestros te cuiden amigo mío. Dijo Cheetara al extranjero que era perseguido por varios insectos voladores. Wily Kit no creía en la sinceridad de sus palabras, pero no había tiempo para discutirlo, se dirigieron discretamente al camino principa que recorría otro de los ríos de esa región boscosa, cerca de la zona de fuertes que custodiaban puentes amurallados.
Lion-O en cambio siguió por la dirección contraria, debía dar un enorme rodeo, los escarabajos le seguirían muy de cerca, en el rio podría perder su rastro si llegaba con suficiente ventaja, un insecto tiene muchos enemigos, el agua era uno de esos elementos peligrosos que evitaban.
Le hubiera gustado saber la historia de ese taladro robótico, aunque perder tiempo en ese sitio seguido por furiosos coleópteros no era su idea de cumplir con su misión.
Trató de adivinar la localización de Aburn, pero le era imposible, su cabeza le dolió y su cabello volvió a crecer, era más duro y la navaja con dificultad arrancó algunos cabellos que se preocupó en extremo.
Recordaba vagamente el paso de la montaña donde el clan de Javan vivía en un estado de reclusión por su maldición de orgullo, en esa época del año no había nieve y si enormes deslaves por el agua torrencial que caía de las nubes, perder a los insectos no le representó un reto tan peligroso como cruzar el caudaloso río, pero una vez lo hizo el sol ya despuntaba el alba.
Los caminos despejados dieron al chico un espectáculo sumamente triste de bosques renegridos con los signos indistinguibles de batallas, el herrumbroso casco de una colosal estructura se mantenía de pie en el paso a la entrada de la montaña, lo que fue alguna clase de nave con un ojo rojo marcado a uno de sus costados, desde cierto ángulo parecía una rata echada.
Se dio cuenta que era una zona donde las batallas eran frecuentes pues encontró rastros de varios tipos de armas, la gran mayoría muy dañadas para ser usadas.
No era muy bueno usando la alabarda con su típico terminado de hacha y con una punta larga y metálica que sobresalía del resto de cosas dejadas por alguna unidad de infantería, que en su prisa no le importó perder un par de cajas.
Encontró osamentas de lagartos y felinos, incluso elefantes, había muchas espadas, la gran mayoría de metales de muy poca resistencia ante el acero y las que eran de acero estaban tan dañadas que luego de una búsqueda a consciencia, el resultado fue una espada mediocre, casi sin filo que tuvo que limpiar rozando el filo con una roca.
Por suerte esos uniformes de colores oscuros le agradaron lo suficiente como para cambiar su caliente y sudada vestimenta, los escudos eran demasiado grandes para ser cómodos, así que usó un brazalete de defensa en su mano izquierda, las botas en su tiempo era un elemento poco usado y sabía la razón, eran incómodas, pero en una época llena de humedad le ayudaba a caminar sobre el terreno fangoso, la capa elegida era oscura, en parte porque una capa blanca o roja sería visible a la distancia.
En vez de un velo númida, se puso una mascada y una caperuza de piel integrada al chaleco de ese uniforme para proteger su identidad, revisó cada caja a consciencia y cuando estuvo listo, sintió la comodidad de una ropa hecha para viajar grandes distancias.
Los bosques reclamaron muchos pueblos, no supo si su repentino abandono en un período tan corto de tiempo se debía a los insectos, pero era claro que la mayoría de esos pueblos habían sido abandonados a lo sumo dos o tres años atrás.
Acampó en el primer sitio que consideró seguro y durante dos días viajó lentamente con cautela bajando la montaña.
Se cruzó con lagartos y otros animales que siguieron su camino sin levantar la mirada salvo para contemplar enormes mecanoides destruidos y oxidados devorados por la maleza.
Lo más duro era ver que los felinos que pasaban por esos lares, tenían más miedo de un felino a caballo que un lagarto con una espada en el cinto.
Las escenas de desolación se repitieron en los pueblos que atravesó, la gente se encerraba a su paso y si pedía posada, le pedían que se largase.
La primera ciudad que vio tenía muros fortificados con un gran boquete en una de las paredes, la gente vivía en ese lugar, aunque evitando mirarse a la cara, en las astas los escudos más ridículos que jamás había visto, estaban bordados en los estandartes.
Era una ciudad recientemente conquistada… por ratas, entonces todo tuvo una explicación.
-¡Eh tu de allí! ¡Dame es caballo! Una rata enorme y desagradable le gritó, la gente se apartó.
-¿Para qué lo quieres, es que alguien tan obeso como tú puede si quiera montarlo?
-¿Quién habla de montarlo? Vamos a comérnoslo, todo lo que está en esta ciudad es propiedad de las ratas, así que ya te vas bajando.
-¿Y eso es un gran logro? Dijo mientras la gente se refugiaba en sus casas. Entendió que esas ratas habían abierto el boquete en la pared y dado que no había ningún soldado, las ratas habían dado cuenta de esos pueblos con una invasión más parecida a una marcha militar, donde solo tenían que enseñar los dientes.
-No lo repetiré fuereño.
La primer rata que saltó fue a su espada, la segunda y la tercer por los lados, el cargó hacia delante donde la rata que les dirigía se hizo a un lado, la alabarda dio cuenta de varias ratas, pero muchas otras venían en camino.
Las que montaron el caballo fueron lanzadas a puñetazos, pero cada vez más y más llegaban.
-Vaya por ese felino maldito, no deje nada vivo, hoy comeremos muy bien.
La espada se rompió sin traspasar la armadura de una pesada rata que apenas podía moverse, Lion-O se bajó del caballo y pateó al animal, el filo de la alabarda era lo que le separaba de un enjambre de ratas.
Sus lanzas eran tan buenas como su arma, usaban hachas de guerra y las lanzaban en su dirección, con su brazalete de defensa desviaba algunas, el resto se cebaban en los cuerpos de otras ratas, eran tan desorganizados que no se diferenciaban de una banda de maleantes, solo que más numerosos.
Corrió con sus garras de los pies clavas al muro, pero este era tan duro que la sangre brotó de uno de sus pies, cayó en el suelo e inmediatamente se reincorporó, tomó un palo luego de perder la alabarda y continuó sin demora su tarea, justo al lado de donde peleaban había una herrería, era una lástima que hubiera sido saqueada y afortunado a la vez, pues una de esas ratas enormes debería poseer una espada de valor.
¡Clank! Una de las hachas le dio en las espalda y luego el corte de un cuchillo rozó de cerca el faldón de la armadura ligera que llevaba, no podía perder más tiempo, descubrió a su objetivo y era curiosamente la misma rata de al principio, en cierto aspecto se parecía a Ratar-O solo que más joven.
Con la espada hizo lo único que estaba a su alcance y lo más lógico.
La rata quiso gritar, pero cuando su cabeza se separó de su tronco no era la espada de Lion-O la que había logrado la hazaña, sino una clérigo que se abrió paso entre la marea de ratas, pensó por un momento en que era Cheetara, pero esa magnífica guerrera tenía una cabellera castaño clara, con su bastón hizo un giro de su cuerpo y derribó a todo un flanco de enemigos.
Poniéndose a sus espaldas el corazón de Lion-O se sobresaltó, era realmente hermosa.
-Eres un chico al que le gustan los problemas ¿no?
-No tienes idea, respondió Lion-O.
No había tiempo para los halagos, atacaron al unísono haciendo retroceder a los feroces atacantes.
Una segunda rata perdió la cabeza, Lion-O intentaba evitar esa clase de confrontaciones, pero si no las podía evitar, debía centrarse en los líderes, así, al perder la moral, las tropas acabarían retrocediendo.
Se sentía cómodo con una espada larga, la clérigo apreció que era bastante bueno, aunque no demasiado, pues no mató a ningún enemigo hasta que se encontró con otra enorme rata, luego lo entendió y le imitó.
-¡Booom! Sonó una fuerte explosión de desconcentró a las ratas, seguida de varias más. Otra clérigo apareció, era Wily Kit cuyo esbelto cuerpo se sostenía sobre las cabezas de las ratas.
-¡Ey tú culo gordo, te dije que me esperases! Wily Kit miró con rabia a su compañera que solo se levantó la cabellera con presuntuosidad, un gesto a la vez adorable. Wily Kit tenía un cuerpo pequeño y adorable, pero comparado a esa chica había perdido desde un inicio, algo que parecía la tenía loca.
Otras explosiones se sucedieron y las ratas empezaron a ceder, varias ratas fueron alcanzadas por flechas, pensaron que era un ejército el que les atacaba para recuperar esas tierras, los ciudadanos envalentonados comenzaron a atacar por su parte a las ratas que vigilaban otras secciones de la ciudad creyendo lo mismo y lo que era una escena solitaria de tres personas, se convirtió en un conflagración donde lagartos, felinos y wollos participaban.
Lion-O no se podía detener solo porque algunas huían, las ratas que huían por los boquetes eran las regulares, los jefes debían estar en otros puntos de la ciudad, la clérigo que llegó primero los fue buscando.
No era una ciudad grande, casi un pueblo, fue una batalla rápida, en una hora ya la mayoría de los jefes que no fueron muertos por Lion-O y sus dos acompañantes, eran muertos por los habitantes.
-¿Pensé que habías dicho que pasarías desapercibido? Wily Kit dijo enojada pateando a las ratas bajo sus pies.
-Y yo que solo vendrías tu y Kat, no que traerías a todo un ejército. Lion-O se rió creyendo que ella había traído a más soldados consigo, la otra clérigo le sonrió de una manera muy inquietante, se preguntaba si todas las clérigos era como Cheetara, un montón de halagos y estrategias de señales confusas.
-Oh, perdóneme su majestad cabeza de chorlito, el gran guerrero estaba dormido y esta atolondrada nos siguió por su cuenta. Su amiga alzó los hombros y continuó luchando.
-¿A todo esto, donde está Kat?
La respuesta la obtuvo casi de inmediato cuando una flecha pasó por su frente y le arrancó la caperuza de un disparo dejando que su cabellera roja y rostro se descubriera lo que sorprendió a la gente que estaba allí presente.
La clérigo miró la estatua pintarrajeada por las ratas de un felino del que en Thundera poco se hablaba, se parecía a ese joven guerrero si se le miraba desde cierto ángulo a la cara.
-Aja, ja, lo siento allí abajo, se me pasó la manos es que yo… Un joven cuyo peinado inmediatamente reconoció, se acercó descendiendo de un edificio alto entre saltos, Lion-O se dio cuenta que no eran bombas, eran cápsulas tronadoras las que lanzaba.
Wily Kat abrió la boca cayendo de espaldas cuando al acercarse miró con más atención el rostro de aquello forajido pelirrojo.
-No puede ser… tú estás muerto. Wily Kat se echó a correr hacia atrás, mientras las ratas dejaban la ciudad, Wily Kit lo persiguió hasta que le detuvo.
-Será mejor que te cubras el rostro, ella gritó, mientras la gente se acercaba para verle más de cerca.
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Camino de los bosques de Magi Oar
Wily Kat a diferencia de su hermana era un chico risueño como lo sería Wily Kit sin ese enojo entre sus dos cejas, al principio corrió como gato asustadizo, luego viéndose en desventaja se rindió.
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Wily Kit y Wily Kat en sus monturas |
-¿Es real, no estaré soñando? Wily Kat estaba a punto de pellizcarse, pero Wily Kit le arrojó una piedra que lo tiró de la montura.
-Suficiente pedazo de imberbe. Wily Kit le amenazó con otra piedra.
Lion-O que iba con la clérigo Marion sobre su caballo puso unos ojos cansados mientras Wily Kat hacía un coro de quejas.
-¿Amigos tuyos de la infancia? Preguntó Marion con una dulce cara.
-Si me preguntas en este momento parece que sí. ¿No te molestaría si cambias con Kitty?
-No, eh yo… un poco. Dijo con una sonrisa que no le dio mucha confianza.
-¡¿Quéee?!
-No, nada, quiero decir, está bien. Wily Kat le miraba poco a la cara, por alguna razón Wily Kat parecía ser el tonto del pueblo cuando estaba con esa chica y terminaba por decir cosas idiotas, la cara de Wily Kit que le obligo a detenerse para cambiarse a su otro uniforme de clérigo pareció ser la rendición ante una batalla perdida con esa hermosa clérigo.
-Bobo, bobo, le dije, no le digas a nadie, ahí va el muy idiota y le dice todo a esa manipuladora roba novios. Mientras lo decía le daba puñetazos en los costados a Lion-O que suspiró.
Siguieron los senderos por los que una vez estuvo la academia mágica de los Forjadores de Madera, lo que quedaba era un hoyo negruzco donde las raíces fueron devorando los restos de esa colosal construcción.
-No te inquietes, eso paso hace mucho tiempo, ahora hay un pueblo en el nido de Viragor.
-¿Y qué pasó con Viragor?
-Descuida mi buen amigo, soy la menor de tus preocupaciones.
-¡Viragor! Dijeron Wily Kat y Lion-O, Marion se puso en guardia bloqueando su montura al lado de la de Wily Kat.
-¿Que-quéee demonios es eso? Exclamó Marion que se cayó de su montura por el fuerte viento del aleteo de ese animal, Wily Kat que del tonto del pueblo paso a ser el héroe del momento, sostuvo en sus brazos a la chica antes de que dieran contra el piso. Viragor descendió y le quitó a Lion-O la caperuza que tenía un hoyo que dejaba escapar un par de sus cabellos rojos.
-¿Qué más? Un idiota, le dije “no dejes que te vean” pero nooo, nunca me hacen caso y no hagas como si no pasara nada pajarraco insolente.
-Si te preocupa tanto esa chica, usa el mismo procedimiento que con los otros. Dijo Viragor entretenido.
-¿Procedimiento? Dijo Lion-O que no parecía entender de qué se trataba todo eso.
-Es un simple hechizo, un hechizo de advertencia. Una chica de ojos verdes de un pelaje marrón y cabellera oscura salió de entre los árboles, seguida por otros de su misma especia, reconoció la armadura y el tocado de su cabeza.
-Eres… Gami, la Forjadora de Madera.
-Alteza, es un placer tenerlo entre nosotros, la noticia de su regreso nos ha tomado a todos por sorpresa, veo que ha sido cauteloso no mostrando su cara, pero verá, esa chica clérigo podría ser uno de ellos.
-¿De ellos, quienes?
Gami hizo una figura en el aire y lanzó a varias de sus bestias de papel hacia Marion que intentó escapar.
-¡Espera Marion! Ellos no piensan hacerte daño.
-¿Y tú como puedes asegurar eso? Por lo que veo ustedes son todos peligrosos, cada forjador de madera intentó atraparla de súbito un muro de dos poderosos brazos que se deformaban como tubos de hule le rodearon.
-Cuando alguien te dice; no preguntes, deberías hacerle caso, dijo una voz que Lion-O reconoció perfectamente.
-¡Panthro! “¿Acaso esa pantera no envejecía?” Pensó para sí.
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Tiempo despues
Marion estaba atada en el suelo con Wily Kit sentada encima, vio a una enorme pantera abrazar al león que la otra chica calificó de “Alteza”, Wily Kat suplicaba por Marione, pero Gami que le puso la mano sobre el hombro, le dijo que ella estaría bien.
Se decepcionó cuando esa pantera lloraba abrazando al felino que luchaba por mantenerse consciente por la fuerza que usaba.
-Te daremos un pan especial, una vez que lo pruebes no podrás revelar nuestro secreto sin serias consecuencias para ti, no es nada personal Marion, pero no debiste venir y no voy a ser engañada con que estabas preocupada por Kat, se bien que Cheetara te envió y no te preocupes por esos tontos que te escoltaban, los hemos despistado mucho antes de encontrarnos con el pelirrojo.
-Hm, Mh, hmm.
-¿Qué dices? Oh bueno, ¡Qué rayos! Podría acostumbrarme a este silencio, dijo con una sonrisa.
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Marion apartó a Wily Kat que le siguió preocupado, ella se sentó en la base de un árbol cortado, las luces de los espíritus iluminaban el sitio danzando alrededor de la fogata.
Ella miraba al león cuya larga cabellera y cuerpo atlético parecía tener un efecto extrañamente hipnotizante. Wily Kat con su carácter introvertido pero dulce descansó su cabeza sobre sus manos, su competencia directa ya no era Letha.
-¿Quién es él? Preguntó con mucha curiosidad.
-El verdadero rey de Thundera, habló Wily Kit con mucha convicción.
-¿Verdadero rey? No se ustedes chicos, pero desde que recuerdo, Tygra es nuestro verdadero rey.
-¿Rey Tygra? ¿Alguna vez has visto al rey Tygra en persona? Wily Kit sacó a relucir un punto muy importante.
-Yo tampoco, es más, nadie lo ha hecho, como ha pasado con “nuestra” reina.
-Eso es una blasfemia.
-Depende de a quien le preguntes, no se suponía que debíamos reunirnos, nuestras relaciones se rompieron hace años, pero el hecho de que todos vengan es un signo evidente de lo que es.
-No quiero decir que no lo vea, es que me parece imposible. Es demasiado joven para ser el antiguo rey, debería tener la misma edad que el rey Tygra, pero parece uno o dos años más grande que yo.
-Él les está explicando a ellos, pero como siempre nos dejarán al margen.
-No digas eso hermano, sabes que somos clérigos y tu un soldado… o guardia, o cuidador. Wily Kit se burlo de su hermano que bajó aun más la cabeza.
-No es mi culpa, un cola-orejas como yo tiene ya mucha suerte de conseguir un trabajo así por intervención de Cheetara.
-Eres cruel Kitty, tu hermano siempre te ha apoyado. Marion que sentía una extraña necesidad de protegerlo lo cubrió con sus brazos.
-Debe darse cuenta de su realidad, pues a pesar de ser un cola-orejas ha sido muy conformista.
Los elefantes y hombres-pez que llegaron al último discutían con Lion-O acaloradamente con sus gruesos equipos de combate. Las aves en cambio no dejaban de hacer reverencias prometiendo y gastando el tiempo en apasionados discursos y expresiones, pero algo rompió ese raro escenario de animales en comunión.
-¡Ellos vienen, ellos vienen! Un forjador de madera gritó. Era Nips, el robusto guerrero de las armas de papel, esposo de Gami.
-¿Quién viene? Lion-O preguntó.
-El rey Tygra y sus naves, por fin las han desplegado, alguien nos ha delatado.
-Cálmate Nips, de ser así habría lanzado un ataque con esas bengalas incendiarias, no olvides lo que le hicieron a las aldeas de los elefantes.
-¿Por qué tenemos que escondernos de Tygra? No lo comprendo. Dijo Lion-O.
-Es porque tenemos la sospecha de que no es realmente Tygra. Dijo Panthro con contundencia.
-Lo mismo pasa con Cheetara y muchas personas que llevan esos collares rojos Lion-O, yo les avisé a todos de mis descubrimiento y el general Lynx-O que escapó de su prisión en la pirámide, nos confirmó lo que temíamos.
-¿Lynx-O? Creí que había muerto en la invasión de Thundera.
-Dista mucho de estar muerto.
-¿Y qué descubrieron?
-Hablaremos de eso luego, si se han enterado no podemos retrasarnos más. Gami les apresuró.
-Ese chico de nombre Letha… Wily Kit puso una cara muy seria como Marion.
-¿Qué hay con él?
-Vio mi rostro, no fue por descuido, me atacó a traición, casi muero por su culpa, me dejó a merced de los mutantes, casi no escapo con vida.
-¿Letha? Pero es imposible, sé que a veces es pedante, pero te aseguro que es un buen chico. Dijo Wily Kit, Marion no dijo nada, en realidad sonaba a algo que Letha haría.
-Puede que hayan sido sus celos, pero no deberíamos descartarlo.
Gami le contó a Lion-O mientras se refugiaban en diferentes lugares del bosque que el general Lynx-O ayudó a Viragor a fingir su muerte, debido a que los conflictos internos entre ellos no terminaron, al final se separaron, seguir en contacto de todas maneras era muy peligroso hasta que Wily Kit usó unas hojas mágicas que Gami les dio para avisarles de su llegada.
La casa donde se refugiaron estaba enclavada dentro de un gigantesco árbol, desde afuera no podría diferenciarse de los árboles que le rodeaban, era un pueblo entero oculto entre el denso follaje.
Lion-O notó que los elefantes dejaron caer sales especiales entre las raíces de los árboles.
-Míralos Lion-O, ya llegan.
Miles de criaturas comenzaron a oscurecer el bosque, sus ojos producían pequeños reflejos y sus manos negras sobresalían.
-¿Mutantes?
-Es como les llaman, pero te aseguro que he visto a los mutantes originales y no son para nada parecidos.
-¿De donde surgieron entonces? Lion-O se burló entonces de las especulaciones de Letha sobre la fusión de hechicería y tecnología.
-Esto parece ser el resultado de que Mumm-Ra destruyera ese golem de piedra. Esa masa ingente de monstruos pareció determinado a cruzar la vereda pero eran incapaces de hacerlo.
-Son como una marea alteza, no tienen mente, ven un obstáculo y pueden atravesarlo, por lo general no se dan cuenta si les estamos dirigiendo, este día es diferente, nos están buscando, eso indica que alguien los dirige. Dijo Nips, cuyos hijos parecían acostumbrados a la presencia de esos seres malignos.
-Pero pensé que al destruir el golem los transformados volverían a su estado original. Dijo Lion-O preocupado.
-Especulamos que el golem es una especie de ser o sus restos, para ser precisos, un antiguo espíritu del mal que de alguna manera fue asesinado, todo lo que quedó de él fue su sangre inmortal, en ocasiones dicen ver una pantera alta y esbelta que se forma en esa ingente marea de monstruos.
-¿Una pantera?
-No sabemos demasiado Alteza, historias recogidas de aquí y allá. Parece que de alguna manera Mumm-Ra pasó por un proceso similar, estaba muriéndose y quiso trasplantarse a un nuevo cuerpo, pero cada que lo hacía consumía su fuerza espiritual con mayor intensidad.
-¿No se supone que era eterno? Lion-O vio como lentamente aquellos seres se alejaban y seguían un recorrido distinto, Viragor estaba agachado metido en ese hoyo bajo tierra respirando pausadamente mientras escuchaba a Gami y Nibs. Wily Kit ya parecía conocer sobre el tema así que no estaba particularmente interesada, algo que era completamente opuesto a Marion y Wily Kat que parecían escuchar una historia de fantasmas.
-Se llamaba a sí mismo como el “siempre vivo”, ¿qué tan cierto era?, no lo sabemos, al parecer usar una sola piedra tuvo un gran costo para él, no podía regresar a su forma original y su cuerpo quedó atrapado consumiéndose lentamente, se dice que solo veían un cuervo monstruoso, pero él personalmente nunca más volvió a ser visto, Lynx-O dijo que su colosal cuerpo se fue endureciendo hasta adquirir la textura de una roca y de su interior salió una sustancia negra de la misma manera que con el Golem. Wily Kit intervino sin mucho esmero.
-¿Quieres decir que el Golem es en realidad una armadura parecida a la de Mumm-Ra? ¿Y qué paso con la piedra de la tecnología?
-Esa es nuestra especulación, quizás el proceso de convertirse en un Antiguo espíritu puede fallar, sobre las piedras… recuperamos la que Mumm-Ra tenía o más bien Tygra lo hizo cuando se aventuró a los restos de la pirámide.
-Eso quiere decir que lograron recuperar todas las piedras.
-Me temo que no, destruimos las torres, fue cuando empezaron a aparecer los mutantes.
-Pero creía que Gami había dicho…
-Sucedió casi al mismo tiempo alteza, cuando comparamos notas pensamos que el fenómeno de Thundrillum, las torres y el Golem de piedra estaba vinculado de alguna manera, lo más probable que los fenómenos mezclaran.
-¿Qué sucedió con el libro de los augurios Kit?
-El rey Tygra lo tiene, estoy segura de ello, dijo Marion.
-Sí, lo que dice la cabeza de chorlito es cierto, para nuestra desgracia o fortuna, el libro ya no funciona, creemos que al destruir las torres provocamos que se dañara la brújula del libro, tal vez en realidad eran pruebas diseñadas para asegurarse de que quien las desactivaba era lo suficientemente digno para conocer la ubicación de la última piedra, cuando destruimos las torres fuimos castigados al limitarnos a un acto violento y no pensar en otras alternativas, aunque claro, todas son especulaciones, Wily Kit se estiro coqueteando a Lion-O que le dio un delicado coscorrón en la cabeza sanco la lengua.
Toc, toc. Alguien tocó la puerta y abrió.
-Se han ido. Panthro dijo con su ronca voz.
-¿Y por qué sigue todo oscuro?
-Su flota de naves está encima de nosotros, debemos pasar la noche aquí hasta que se cansen o nos borren del mapa. Panthro se sentó en una silla.
-¿Cómo es que ellos siguen teniendo Thundrillium? Pensé que ya no existiría en grandes cantidades.
-La energía no se destruye Lion-O, solo se transforma, cuando destruimos las torres ese poder fue absorbido por esas cosas, es por eso que sospechamos de Tygra, extraer ese poder iban más allá de su imaginación o conocimientos. Panthro explicó.
-Como si le sirviera de algo a ese estúpido, de todas maneras está muriendo. Panthro se jactó.
-¿Estás hablando de Tygra?
-No Lion-O, de lo que sea que se haya apoderado de su cuerpo y ya sabes que las opciones son muy pocas. Wily Kit apuntó.
-¿Quieres decir Mumm-Ra?
-Tú lo has dicho.
-Ocho años han pasado Lion-O, tal vez sea demasiado tarde, incluso si Avista sigue allí en algún sitio, no habrá demasiado que hacer.
-Eso podría ser discutible queridos amigos.
-¡Aburn! El elefante que ahora parecía una versión de Anet rejuvenecida abrió la puerta. Wily Kit y Wily Kat se abrazaron a su viejo amigo cuyo rostro presumía sabiduría.
-Has tardado un poco Lion-O. Por las caras de nuestros colegas siguen esperando a que les expliques donde has estado y cómo sobreviviste.
-Es una larga historia.
-No te preocupes chico, por lo que veo tenemos todo el tiempo del mundo. Panthro señaló las sombras de las naves que en el cielo recorrían ávidamente los grandes bosques de Magi Oar.
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Comenzó con la segunda caída de Avista y la llegada de Soul para ayudarnos… ingresamos a inspeccionar los daños.
-Te das cuenta, estas paredes intencionalmente fueron dejadas sin apuntalar, se podría decir que sabían lo que hacían. El ser cibernético con su ojos que emitían una luz verdosa caminaba de un lado a otro analizando el terreno mientras su mascota Flickers revoloteaba para destruir otra cámara de vigilancia. Soul Sever que ya no tenía esas guadañas clavadas a la espalda se movía cómodamente por los estrechos conductos.
-¿Pero quién podría atreverse? Preguntó Lion-O.
-No tengo idea de las complicadas relaciones entre los seres orgánicos, pero yo diría que esos grupos del consejo, los perdedores especialmente, pero no son los únicos, aquí hay una mano que sobrepasa a esa visiones cortas de los orgánicos.
-Te refieres a esas transmisiones de radio.
-Ese tanque felino tuyo tiene interesantes funciones de comunicación, las he anulado claro, pero alguien muy habilidosos se ha hecho con los códigos, por ejemplo esa chica alada, es también raro que ese sujeto Mumm-Ra no los haya cambiado en miles de años.
-Así que o es que no le importa o es que quiere que se le contacte.
-Hay tantas cámaras en este sitio que este espacio es atípico.
-¿Qué sugieres?
-Esta ciudad no es tuya Lion-O, mientras ellos sepan cada parte de la misma nunca tendrás el control, yo no puedo hacerme con el mando de todas las secciones, así que ves el problema.
-Diseñar una ciudad totalmente de cero sería imposible dado nuestros escasos recursos, cualquier ayuda por pequeña que puedas aportar sería importante.
Lion-O salió pensativo para encontrarse con Mandora que parecía seguirle a cualquier lugar al que caminaba y luego Horus que no se le despegaba para pedirle nuevas concesiones, el mandadero del consejo, sin voz o voto.
Tal vez por eso debía elegirle Prefecto, alguien así puede que comprenda mejor las necesidades de la población, pensó.
Lo mismo ocurría con Mandora, era sin duda alguien de una personalidad fuerte y ese sentimiento de atracción hacia ella crecía con el paso del tiempo y si ella fuera realmente un agente encubierto como Pumyra, llevarla con él le traería problemas, debía deshacerse de ella.
Pero estaba la cuestión moral, por otro lado no sabía si genuinamente rescató a Wily Kit.
La orden sería fácilmente cumplida, la había mandado a un rincón de la ciudad, hacía frio y una inyección apenas se notaría, le dijo a Panthro que le diera un poco de la comida que él mismo había ordenado traer.
Ella se durmió por un breve instante, todos estaban dormidos, era el momento perfecto, ella respiraba lentamente. Acarició su cabellera y buscó el cuello, ella estaba recostada al lado de un tronco que le hacía de una protección contra el frio.
-Será solo un instante, prometo que no dolerá.
-Ouch, una roca le dio de lleno en la frente sacándole de balance.
-¡¿Lion-O?! Mandora despertó, pero cuando miró a su alrededor no había nadie.
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La bofetada de Wily Kit fue dura, más dura de lo que nunca nadie antes le había dado, ni siquiera su padre, estaba fuera de sí, su mirada le atemorizó, con su pequeño cuerpo le arrastró decenas de metros movida por una fuerza espiritual desconocida.
-¿Quieres convertirte en él? Otra bofetada que casi hace que pierda la consciencia, Lion-O estaba de rodillas.
-Es… es necesario, estamos en peligro. Ella le pegó con el puño cerrado derribándole en el suelo.
-Si te conviertes en él, seré yo misma quien te clave esa inyección ¿me comprendes?, busca otra manera.
Lion-O cerró los ojos un instante y ella había desaparecido, en su lugar estaba Snarf a quien intentó acercar su mano, pero le mordió con tanta fuerza que dejó de intentarlo. Retirándose lentamente, perdiéndose en la oscuridad.
“-Era una aparición, Wily Kit dormía plácidamente con su hermano, tenía razón, fue una idea estúpida que me afectó demasiado, intenté ver las alternativas y me di cuenta que no tenía idea de que era lo que Mumm-Ra hacía, nos manejábamos a la defensiva esperándola ganar con la esperanza de unir a los animales, pero nosotros no éramos unidos en absoluto, las piedras para hacerse poderoso no era un motivo lo suficientemente lógico para hacer lo que hizo, ¿por qué les había perdonado la vida a todos ustedes cuando atrapó a Tygra al buscar la espada? ¿Por qué dejó a Cheetara con vida cuando capturó a Jaga? ¿Realmente escapamos de Thundera por un acto de caridad hacia los lagartos? Así muchas preguntas que me hicieron ver que la imagen completa era muy basta.”
“-¿Y cuál era tu plan?”
“-Entendí que no era así como le derrotaría, no sabía nada de él y él conocía todo de mi, mis debilidades y anhelos, me atacó con paciencia, esperando a que diera los pasos, me cuestioné el que persiguiera las piedras como objetivo final.”
“-La mayoría del tiempo no supimos nada de lo que hacías, Mandora misma empezó a engañarnos, creó un estado de superioridad de tus órdenes y acciones, mantuvo a Tygra en su competencia constante contra un fantasma, ellos obedecían porque pensaban que eran tus órdenes y llegaron a creer ciegamente en lo que Mandora decía, hasta que la encontré llorando sin saber qué hacer, allí supe que solo lo hacía para levantarnos la moral, pero quiero saber que tan lejos estaba de la verdad.”
“-Tal vez demasiado, de todas maneras, si él sabía lo que haríamos a futuro porque conocía nuestro objetivo, tenía que abordarlo desde otra perspectiva o fracasaríamos, la idea de reconstruir la ciudad desde cero no era lo suficientemente atractiva, pues igual el Consejo y la Orden tendrían al final el control, eso me llevó a pensar que no era diferente a lo que Mumm-Ra hacía, si quería ganar, tenía que partir desde cero con nuevas reglas en el fondo de todo, tal vez eso era lo que Jaga quería desde un principio.”
“-No lo entiendo.”
“-Fui descubriendo los diferentes niveles en los que se manejaban en el Consejo y la Orden. Había muchas maneras de engañar a sus rivales, a mi mismo y esas maneras hacían por pasar algo obvio y comprometedor, en algo sin importancia a simple vista, tenías que gastar mucho tiempo y revisar demasiada información para detectar las incongruencias, cuando descubrí que Horus fingió desde un principio que nos apoyaba finalmente pude aclarar mi mente.”
“-¿Pensé que esa Wily Kit falsa te había dicho que no te parecieras a Mumm-Ra?”
“-Y no lo hice, me refiero a qué si construimos una ciudad que funcionase como un cascarón de huevo, el líquido no estaría a la vista, si no conoces como son los huevos por dentro no te lo imaginarías, así que ¿por qué no hacer un cascarón de huevo?“
“-Me he perdido.”
“-Escucha Panthro, si deseas engañar a alguien debes empezar con el leguaje que usas y como te comportes, puedes ser descubierto dependiendo de qué tan despierto sea el que te mire o su experiencia, pero ¿y si llevamos el engaño a su más extremo nivel, creando una realidad falsa? ¿No sería más difícil descubrir el engaño si el mundo mismo es un engaño?”
“-Quieres decir, construir un escenario”
“-Más complejo, una cosa que no sea falsa en absoluto, si construimos un edificio que externamente sea cubierto por otro, cualquiera se daría cuenta del engaño pues uno de ellos es falso, pero si construimos a la vez dos edificios, un que cubra a otro, pero que ambos den la apariencia de ser completamente operacionales e integrados para ser considerados el mismo edificio, una vez logrado esto, únicamente debemos hacer que se enfoquen en lo que nosotros deseamos que vean y así ellos mismos ignorarán lo que no queremos que descubran, eso aplica también a ustedes, si ellos veían mi distanciamiento de ustedes, al final solo se centrarían en pensar que yo desconfió de todo mundo y no se enfocarían en ustedes en absoluto.”
“Así que construiste una ciudad dentro de otra y bajo el pretexto de falta de energía mantenías intencionalmente la ciudad casi apagada.”
“-Exactamente, removimos la cola de la ciudad y tiramos abajo el edificio principal, los planos los creo Soul, y gracias a la bolsa mágica de Kitty y Kat desarrollamos un mecanismo de escape después de que vimos que era imposible evadir las fuerzas aéreas de Mumm-Ra, la forma final de la ciudad tenía la forma de una lata de conservas, algo irónico dado lo que estábamos haciendo.”
“-Pero creímos que lo habías hecho porque el Thundrillium perdía intensidad, por eso Avista estaba sin potencia.”
“-De eso me di cuenta mucho tiempo después, pero la idea vino de mi viaje con Soul, Ponzi se aseguró de que el Thundrillium fuera extraído de las minas más profundas que los Wollos conocían, fue entonces que con la ayuda de Soul entendí el problema, no fue sencillo de resolver hasta el último momento.”
“-Pero te vimos mal herido mientras te convertías y luego Avista explotó.”
“-Si no era capaz de engañarlos a ustedes ¿qué posibilidad tenía de engañar a Mumm-Ra? Lo que viste fue el cascarón que explotó, mientras el resto de la ciudad quedó atrapada sin ser dañada en una burbuja que Soul definió como dimensión de bolsillo, al perder contacto con la realidad y el tiempo, la conversión se detuvo hasta que, como ocurrió con Viragor y posiblemente con Dobo, una vez el Golem fue destruido, ese poder se disipó.”
“-Bengali dijo una vez que ellos tenían un mapa de los interiores, pero que el hangar no estaba en el mapa, Aburn que parecía conocer el lugar, no quiso decirnos nada.”
“-El hangar estaba en los mapas, era la puerta la que estaba oculta por una falsa pared y unas cortinas negras, cuando ellos inspeccionaban los hangares solo teníamos que engañar a sus ojos, si hubiera mapas distintos ellos habría sospechado.”
“-Un momento has dicho que Avista quedó atrapada.”
“Eso me temo y esa es mi importante misión en este lugar, la manera de salir de ese sitio, mientras me recupero la herida todavía no cierra, miren el área, es donde Bengali me apuñaló, atravesó desde la espalda hasta el pecho.”
“-No lo entiendo, si estás aquí, significa que has salido de ese sitio ¿o no?”
“-En eso te equivocas Kitty, estoy aquí parcialmente debido a una técnica que una clérigo de nombre Keos usó en mi, este cuerpo es prácticamente una réplica atada a mi espíritu.”
“-¿Qué rayos dices, eso significa que no estás aquí realmente?”
“-Es confuso para mí también, el hecho es que la única manera de salir de ese lugar era atravesar la zona vacía entre las dos dimensiones, donde hay reglas físicas diferentes a como las conocemos, Keos me dijo que había puesto una semilla en la base de la ciudad usando mis cabellos, con el tiempo esa energía crecería y se abriría un puente entre ambas dimensiones, mi espíritu que estaría flotando en el espacio tiempo como un hilo a la voluntad del aire por uno de sus extremos se aferraría al mundo exterior nuevamente debido a esa semilla.”
“-¿Y qué pasará cuando Avista salga de ese lugar? ¿Saldrá a este lugar y tiempo, quiero decir…?”
“-Ya han conocido todo lo que debían saber, es momento de que los adultos hablemos.”
Aburn sacó a los chicos del cuarto principal.
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El tiempo pasó y del día a la tarde a una fría noche.
-¿Sabes lo que eso significa? dijo Wily Kat.
-No tengo que ser genio para saber.
-Podría salvarle.
-Eso no me importa.
-¿Cómo puedes decir algo tan cruel hermana?
-Tendremos que pasar por todo de nuevo y no hay garantías de que su tiempo sea el nuestro. De no ser así se irá para siempre.
-¿Wily Kit?
-Es que no quiero que se vaya, no quiero perderle de nuevo. Wily Kit abrazó sus piernas hundiendo su cara entre ellas.
-Perder algo preciado es difícil Kitty, pero si el miedo a la perdida se apodera de ti, eso nublará tu juicio. Marion trató de aconsejarle.
-No necesito que una niña boba que nunca ha perdido a nadie importante en su vida me diga cómo enfrentar una pérdida.
-No soy una boba. Y para que lo sepas me preocupas.
-Si, como te preocuparon mis sentimientos por Letha. Eres de lo peor, no sé para qué rayos has venido, pero no es por mis sentimientos.
-Cheetara se preocupa por ti, te ve como a una hija.
-Ella solo ve por ese sujeto despreciable, somos un seguro para ella, sabe que estamos en el centro de las cosas, ella es una mentira.
-¿Por qué estas tan enojada conmigo? Siempre he realizado el mismo trabajo que tú, yo no sabía que Letha te gustaba, si utilizaras más tu tiempo en intentar hablar con otros que en enojarte por lo que no has hecho...
¡Plaf! Wily Kit abofeteó a Marion, Wily Kat contempló la escena sin mover un solo músculo.
¡Plaf! Marion le respondió soltando una lágrima con una cara totalmente descompuesta, Wily Kit con furia agarrándose la mejilla se lanzó hacia ella.
El escándalo ganó intensidad, a pesar de los intentos de Wily Kat, lo cierto es que esas dos chicas eran temibles y si tomaba partida estaría muerto.
-¿Pero qué bigotes pasa ahora? Lion-O que asomó la cabeza por la puerta recibió un plato en plena cara por respuesta, dejándole una marca circular, ya no tenía su gran cabellera, salvo unas largas patillas pelirrojas que Aburn sin prestar atención intentó cortar con lo que parecían ser una tijeras de madera.
A Marion nunca le había jalado de las orejas, nunca le había nalgueado o regañado, salvo pervertidos que pagaron su atrevimiento, pero ese chico al que llamaban rey, no parecía muy impresionado por su coquetería o belleza, la nalgueó hasta que sus posaderas dolían tanto que fue a ponerse a un rincón con los ojos desencajados, mientras Wily Kit recibía el mismo trato en delante de los presentes.
-¡Por el amor de los ancestros, es que no se pueden estar en paz por unos momentos! Dijo Panthro llevándose la mano su frente.
-¡Tirarme un plato a la cara, un plato! ¡Ni en un millón de años chiquillas insolentes! Dijo Lion-O indignado con la cara roja. Después de una discusión, más bien un monólogo, las chicas no se miraban y Wily Kat en medio de ambas, tragaba saliva.
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En el baño no había agua caliente, así que Wily Kit y Marion calentaron el agua con sus poderes, se sumergieron adoloridas, especialmente Marion cuyas nalgas era robustas el dolor era por demás atroz.
-Auch, auch, auch. Ambas se quejaban.
-Ese amigo tuyo es sin duda muy violento.
-Lo dices como si te molestara roba novias, esa cara lasciva no me engaña.
-No digas locuras yo soy una chica de bien. Marion no podía ocultar su satisfacción con un poco de rubor se tocaba sus posaderas imaginando lo que el rey sintió al castigar a ambas, ella tenía un trasero de muy buena marca, pero Wily Kit suspiró y se hundió entre las aguas del baño.
-¡Tsk! Ella se miró en el reflejo del agua y no se gustaba. Sus orejas sobresalieron moviéndose individualmente.
-Fue mi padre quien lo decidió. Marion dijo como ni a cuento.
-¿Ehh? Marion salió de su estad de indefensión.
-Mi padre fue quien me dijo que aceptara el cortejo de Letha.
-¡No mientas!
-¿Por qué haría eso? No es que no me atraiga, pero las relaciones entre las casa del segundo y tercer círculo por lo general se arreglan, créeme, nuestra vida a penas si es romántica.
-¿Y qué hay de mi hermano?
-¿Kat? Es solo un amigo.
-¡¿Qué solo es una amigo?! ¿Sabes lo ofensivo que es eso?
-¿Por qué lo sería? Como lo veo quizás uno de los únicos amigos verdaderos que tengo, pensaba que tú eras mi amiga pero…
-No lo digas como si fuera una hipócrita. Wily Kit le lanzó agua a la cara, ambas chicas terminaron en una batalla de lanzarse agua hasta que se cansaron.
-Me gusta ¿sabes? Y me preocupa, pero esa clase de relación no tiene futuro en nuestro mundo.
-Lo sé, no tienes que decirme algo que veo grabado en cada puerta que se me cierra en este maldito mundo. Es como si nada hubiese cambiado y es lo que me frustra, no poder ser amada por no ser de la misma clase social. Wily Kit lloraba y aunque se resistió al principio Marion la abrazó pacientemente.
Debajo de todo ese enojo estaba una chica llena de sueños frustrados.
-Por qué tienes uno pechos tan grandes y yo estoy plana como una tabla. A Marion los pechos de Wily Kit le parecía normales, no era una maravilla, pero si se comparaban con el resto de su cuerpo, era un resultado armonioso.
Le jaló las orejas y luego se rió, Wily Kit se sacudió involuntariamente, así que Marion se reía a todo pulmón. Hasta que Wily Kit se contagió.
-No volvamos a pelear por estas tonterías, pase lo que pase seguiremos siendo amigas ¿no es así?
-Qué remedio boba de culo gordo.
-¿Y ese chico? Es muy lindo.
-Ni te atrevas, ni te atrevas.
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Campamento central del rey Tygra
Para cuando Cheetara y Letha llegaron al campamento el ejército del rey estaba arribando con enormes máquinas de guerra, los tigres desembarcaron junto a los soldados regulares de Thundera y sus aliados, lobos, lagartos, bestias de muchos tipos, amazonas guerreras de la reina Zurla.
Ellos lo sabían, el collar de Cheetara brillaba con intensidad y sus pensamientos fueron embargados por otros que ella conocía pero por alguna razón olvidaba como un velo que se levantaba a voluntad del amo.
“¿Qué les habrá dicho Letha para que se lo tomen así?” Pensó, ella llevaba en la mano aquel cabello que había adquirido un tono negro.
-¿Qué noticias me tienes Clerigo Cheetara? El General Taiga abrazó a la clérigo que no pudo articular palabras, pero inmediatamente le abrazó y sus labios se tocaron.
-¿Es por los insectos?
-Estoy como tú, a oscuras, Cheetara se fue quitando la ropa hasta que casi estuvo desnuda, Taiga tomó por la espalda besándole en el cuello, ella se separó.
-Él me espera, no es momento… Taiga la besó apasionadamente.
-El rey Tygra podrá esperar unos momentos.
-No seas así, necesito decirle algo importante, no puede esperar, pero el tigre era insistente.
-Ya has pensado en lo que te he dicho. El rey no parece tener el menor inconveniente, nos mudaremos a las zonas residenciales de Thundera, ya no tendrás que estar en este sucio oficio.
Cheetara le empujó y Taiga hizo una cara inocente.
-Tengo cosas que hacer antes de convertirme en una fiel ama de casa.
-Eso le decías a Tygra y ya ves lo que pasó.
-Me voy a bañar, si me das permiso…
-Te puedo tallar la espalda.
-Prueba primero con Snarf y podrás cepillarme todo el tiempo del mundo. Ella le dio un cepillo para mascotas, sacó a Snarf que plácidamente se acurrucó en la cama.
-Prueba superada, agarró a Snarf por la cola, pero este corrió a meterse al baño con la clérigo.
-Algo me dice que no es así.
-Siempre hay un crítico.
Su tocado de clérigo hecho en chapado de oro sobresalía con el signo de Thundera.
Otros tres clérigos se le unieron, cuando entró en la tienda del rey Letha estaba siendo acariciado del mentón por la reina.
-Su majestad, no sabía que acompañase al rey, es un honor.
-¿Lo es? Pues no lo parece en vista de los hechos. Ella sabía quién era la reina, pero no muchas personas más. Letha no era una de esas personas.
-¿A qué se refiere su excelencia?
-Este chico dice que encontraron a un león.
-¿Un león? Quizás Letha se haya confundido, no le he visto la cara, además tomé uno de sus cabellos y era de color negro, Cheetara mostró un largo cabello de un color negro pocos felinos tenían el cabello de ese color.
-Este valeroso chico pudo verle mejor y parece que puede darnos una mejor descripción. Con una seña hizo que se retirasen los guardias y el mismo Letha que fue llevado fuera.
La reina le quitó el tocado y paso sus manos que tenían largas uñas negras por la cabellera rubia de la clérigo, se alzó el velo del tocado y con su lengua que pasó por los labios de Cheetara, pareció buscar algo.
-Estás herida, pero no hay cicatrices. Te has bañado para borrar el rastro.
-No es así mi señora, quise estar presentable. Ella le jaló de la melena.
-Debiste detenerlo inmediatamente.
-Hubo un avance de los insectos, él nos ayudó a escapar, destruimos una excavadora cerca de los fuertes que cuidan los ríos. La reina le soltó y se sentó en uno de sus asientos.
-Esto pasa por darle a un clérigo el trabajo de un tigre.
Un tigre albino metió la mano por debajo de la toga de la clérigo y comprobó que el collar estuviera en su sitio.
-Veo que no te lo has quitado, perfecto.
-Claro que no, siempre sigo las órdenes sin necesidad de esto.
-Reina mía, sabes que Cheetara siempre cumple con su deber, no deberíamos desconfiar, siendo una mujer ya ha hecho más que suficiente.
-Has servido mediocremente a mi causa, soy compasiva contigo debido a Bengali ¿y así me lo agradeces? La reina mostró sus pies, el tigre albino empujó a la clérigo para que se inclinase, ella se vio obligada humillarse besando con sus labios la superficie de uno de sus pies que tomó entre sus manos con cuidado.
-Soy fiel a mi rey y reina. Acto seguido ronroneo en una postura de sumisión.
-Ha pasado mucho tiempo mi rey, piensas que este león será un problema. Cheetara alzó la cara, pero ante el malestar de la reina continuó con su sometimiento.
-Lo sea o no, va a morir como el resto Pumyra.
-¿Y esos bichos?
-Sin su reina para poner huevos, su destino es la extinción, entonces conquistaremos el resto del Tercer Planeta y podré por fin ejecutar la segunda parte de mi plan.
-Es suficiente disfrute mujerzuela, prepara a las tropas, saldremos de cacería.
-Si-si, majestad. Cheetara salió recogiendo su tocado que se puso haciendo una larga reverencia al rey que no se inquietó en absoluto.
-Te has vuelto muy adicto a ella Bengali, cualquiera diría que te gusta más de lo necesario.
Pumyra se levantó y la empujó para que saliera, por un instante pudo ver una expresión de furia, sin reaccionar con violencia Pumyra sonrió.
-Ahora ve a lo que te he pedido que hicieras.
-Sí
-Últimamente creo que esa clérigo está perdiendo la perspectiva.
-Nos desharemos de ella tan pronto acabe la guerra. Dijo el que parecía ser Tygra cuyo rostro estaba oculto entre las sombras.
-Hermano, pero si lo prometiste.
-Deberías pensar con la cabeza y no con tus partes bajas, esa mujer no guarda fidelidad a nadie, es como todo guepardo, un montón de mentiras. El rey clavó la espada de los augurios en su guante.
-Ahora amor mío nos haremos cargo de ese león y si resulta ser un buen candidato, bueno, tendremos todo el tiempo del mundo para averiguarlo.
-He esperado mucho tiempo por volver a salir al mundo exterior, una vez consiga la comunión con la espada, ellos nuevamente volverán y yo tomaré mi lugar, seré por libre para ejercer mi venganza.
Los collares de Bengali y Pumyra brillaron ella apretó duro su mano, resistió todo lo que pudo, era un bramido atroz desnudando su mente, hasta que acabó.
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Habitaciones personales de la reina
Pumyra era dedicada al ejército, esa fue su formación desde un principio, Snarf ronroneó entre sus piernas. Escribió muchas cartas, cartas dadas a las fuerzas armadas del país, debían reunirse.
El ataque de los coleópteros voladores les tomó por sorpresa, estaban invadiendo la ciudad de los perros y tomando los valles interiores del Este. Zurla se tomó en serio el asunto, luego de perder grandes porciones de su continente, mandó a sus mejores guerreras, entre ellas a su hermana Willa.
El rey Xixor no era tan amigable, su contingente era el más pequeño de todos. No dejaba de ver ese rostro dibujado en papel, era aun más bello de los que recordaba, tenía una hermosa cabellera pelirroja.
Negó con la cabeza una y otra vez, estaba tan confundida que se cebó su furia contra lo que estaba sobre su escritorio.
-Miau, Snarf maulló preocupado.
-No es eso, solo estoy un poco cansada.
-Miau.
-Claro que lo haré, es un poco difícil. El papel arrugado lo tomó entre sus manos, debía reconocer que ese clérigo dibujaba soberbiamente, un guardia alzó la voz.
-Majestad, la clérigo Cheetara ha venido como ha solicitado.
-Hazla pasar. Para cuando Cheetara entró al interior de la habitación, Pumyra quemaba un papel en la chimenea.
-Dicen que ha liberado una ciudad al Este, no puede estarse quieto.
Cheetara no respondió.
-Él pronto se dará cuenta, pero se debilita, pude resistirme aún estando frente a él, fue como mantenerse parado frente a una puerta intentando detener una enorme ola de agua.
-¿Cuáles son tus órdenes?
-Quiero que le des esta carta, es algo personal, se destruirá si la abre la persona equivocada, si no es él no podrá leerla y entonces mátale, pues podría ser una prueba de “ya sabes quién”, de otra manera continua.
-Así lo haré.
-He arreglado un transporte, pero no puedo asegurar que no sea rastreado, debes ir a pie llegado el momento.
-Bien.
-Si nos volvemos a encontrar, nuestro destino estará marcado de una u otra manera amiga, quisiera ir a donde él está, pero Tygra lo sabría inmediatamente, lleva a Snarf contigo.
-¿Estás segura de que es él?
-Tú lo crees, eso es lo importante, debes mostrarle cómo, si no te hubieras bañado, él lo hubiera percibido a través mío.
-¿Entonces?
-La he guardado por tanto tiempo que no esperaba que siguiera funcionando, pero esa Mandora sabía esconder bien las cosas. Una vez que le apuñale todo deberá seguir su curso.
-Sabrán lo de la espada.
-Es no importa, asegúrate de ser tú quien lo revela. Ahora déjame, debo organizar los combates, esos bichos se están moviendo, si en verdad han destronado a Ojin, pronto los tendremos encima.
Cheetara jaló el collar de Snarf oculto dentro de otro collar de latón.
-Miau.
-Sí Snarf, pronto podrás ver a Lion-O nuevamente.
-Miau.
-No te preocupes, obtendremos ese Thundrillium, ganaremos la guerra y les aplastaremos de una vez por todas.
Fin de parte 4