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miércoles, 10 de julio de 2013

La señal Felina Parte 1 "Snarf"

Capítulo 4 Episodio 30

Pronto se actualizarán los demás capítulos, hay bastantes cambios en la revisión final y esta versión se publica porque ya ha pasado mucho tiempo, me gustaría que leyeran la versión en PDF que va a ser mucho mejor que la actual. Esta parte se publica porque no choca con las modificaciones a los capítulos 1 a 3.



"Snarf"
En algún lugar de un continente desconocido

El sueño de Snarf era una sucesión de eventos desconocidos para él, de un tiempo y lugar nunca visto, impaciente quiso despertar, pero esa señora le fascinó por una u otra razón, sus mechones rojos se mostraban bajo esa capa marrón, bajó del carruaje que se pegó a la puerta sin llamar la atención.

Caminó por un largo corredor y tocando la puerta fue recibida con premura por un viejo chambelán que la encaminó a un sujeto alto de aspecto aún más extraño, pues su cara llevaba un ridículo antifaz con una larga capucha negra.

-Alteza ¿está segura de que nadie la siguió? El chambelán cerró la puerta y el otro sujeto cerró la pesada chapa atravesando un tronco, la guió hasta un cuarto donde abrió un pasadizo secreto.

-Los clérigos vigilan las entradas y salidas, pero no están interesados en el palacete, sé que él se acerca con su ejército así que hay que darse prisa.

-Las noticias no son buenas su majestad, se dicen cosas terribles en la corte y los pueblos, pronto estallará una gran revuelta.

-¿Podrías decirme la parte corta?

-El padre de Lynxana es el sospechoso más obvio de los asesinatos, sabemos por buenas fuentes que ella ha sido enviada lejos de nuestras manos, aún así, hay un alto riesgo de que sea un engaño para que ataquemos el Este.

-Pensé que mi pequeño príncipe sería la solución.

-Majestad, sabía el riesgo de traer a un león a este mundo, ellos desean cambiar el orden natural, cuando lo noten se moverán de prisa.

-No me refería a… ¿Lo sabes…? ¿Desde cuándo?

-Pronto saldrá a la luz como un chismorreo, cuando ya no asista a la sala de las damas se preguntarán el por qué la reina ya no toma sus baños cotidianos, desean usar al príncipe Tygra para legitimar su posición con sus propios herederos, lo peor es que cuando se enteren de su situación van a retarle abiertamente y sacarán el tema del rumor de su esterilidad, querrán un prueba.

-Con Lynxana podemos llegar a un arreglo matrimonial.

-Es peligroso, casi tiene nueve años y por lo que he visto será una mujer muy fuerte.

-La casaré con mi pequeño adorado.

-Dudo que acepten, desean el derecho a gobernar Thundera, les obligarán a abdicar.

-Absurdo, esos sin tierra no tiene derecho a la corona.

-Pero tienen suficientes tropas, es bastante claro que el rey no les combatirá a riesgo de iniciar una nueva guerra, lo más seguro es que perderemos el Oeste y el Este como ocurrió con Estigia y Kitai, a menos que hagamos “alianzas”. Las largas escaleras de caracol hicieron que la reina tuviera palpitaciones en su corazón, pero con entereza se obligó a seguir.

-Ya que hablas de ese demonio ¿has sabido algo de él?

-Lo poco que sé es que acampa a las afueras de Estigia, tiene muchos más aliados que el padre de esa muchacha y con su cercanía al pueblo… pues ya sabe a dónde me dirijo.

-¡No, no sé a dónde rayos vas con eso!.

-Quiero que entienda que no andaré con rodeos, ese peón quiere ser más que un alfil, desea el “tablero entero”. La sugerencia era por demás obvia.

-Eso es traición.

-Seguramente, aún así la cuestión permanece, necesitamos de una reina con un heredero saludable, pero un rey estéril… tal vez sea tiempo de un cambio y esos dos parecen muy cercanos.

-Grune no dejará que Tygra asuma el trono.

-Pero seguro que sí al hijo de ustedes dos. La reina en un arrebato de cólera intentó abofetear a ese sujeto que sostuvo su mano sin apenas amedrentarse.

-¿Defines a esto como lealtad Alkemendrix? El clérigo no tenía el menor respeto por la reina, se veía a sí mismo en un nivel de igual a igual.

-Piense majestad que eso nos dará tiempo, un tiempo valioso mientras luchamos con el Este para imponer un trato, como sea, no será ni el primero ni el último que nacerá bajo estas circunstancias.

Apretando los dientes bajó la cabeza, estaba totalmente a su merced.

-Sé que lo que menos quisiera es traer a este niño al mundo, me siento enfermo sólo de pensarlo, pero si el rey es incapaz necesitamos una alternativa, ya tenemos varios prospectos adecuados una vez que la utilidad de ese bárbaro sea irrelevante.

-¿Así que lo has consumado? ¿Y qué pasará con Grune?

-Su preocupación por ese bárbaro está fuera de lugar, hubo una época en que pudo llamarle un loco amor a lo que hacía, pero ahora sé bien que es únicamente una relación de conveniencia.

-¿Vas a hacer lo mismo con este bebé? Dijo las palabras como si se refiriera a un objeto sin valor.

-No será rey por supuesto, al menos estará con vida, entiendo su enojo, pero abortar no es una solución.

Ella no le respondió, cuando descendieron el último tramo, Alkemendrix hizo un hechizo elemental y separó la roca bajo la cual estaba una pequeña cámara de la que sacó una caja.

-Como le prometí a su padre el Duque, este es el diario de sus viajes.

-¿Has tratado de abrirlo?

-Es una magia muy antigua y desconocida para mi, no serviría.

-Eso nunca te ha detenido antes. Alkemendrix notó la ponzoña en las palabras de la reina, aunque no hizo gesto alguno.

-Un libro pagano no ayudará en nada a su situación.

-Es el legado de mi familia.

-Yo debería conservarlo.

-Me temo que no, además, como has dicho, no puedes usarlo.

Cuando salieron al exterior ya era de noche, Alkemendrix se impacientó a ver las largas columnas de soldados de Thundera que aparecían con el rey Claudus al frente.

-No me hace falta recordar que Jaga nada de esto sabrá. La reina tomó su montura y sin verle o respendorle arrancó a todo galope para prepararse con su encuentro con el rey, que no tardaría en cuestionarse la razón de que su reina no estuviera esperándole, pero ella tenía otros planes.

Arribó a palacio con premura, pero lo rodeó evitando a los guardias y en cambio se dirigió a los establos donde alguien ya le esperaba en las sombras.

-¿Cómo ha ido su majestad? Era un viejo felino con extrañas vestiduras y un largo bastón de madera gruesa, usaba un casco y comparado con la reina, daba un aspecto bastante desaguisado, pero ella no parecía sorprendida y su mirada era de gran respeto.

-Tienes razón querido maestro, todo ha salido como has predicho; Alkemedrix ha tratado de leer el libro, está con la revuelta ¿Qué haremos?

-Antes respóndame su majestad ¿Se reunirá con Grune para informarle del chico como le ha pedido?

-Sí.

-Bien, pongamos un poco de presión a su vida.

-Quiero que me prometas que estará a salvo.

-Mi vida es para ese solo momento.

-A Grune… quiero que le separes del rey, no importa que tengas que hacer, a este paso pronto será general de generales y ya sabes que significa eso.

-Una cosa difícil en vista de nuestros problemas actuales. De momento debemos centrarnos en hablar del pequeño Tigón.

-¡No le llames así!

-Mi querida reina, debería saberlo, esa palabra va a salvarle la vida.

-¿Y eso cómo rayos sucederá?

-Con este libro. Le aseguro que podremos asegurar el silencio de ese donnadie.

-Pero mi pequeño sufrirá.

-Lo hará, pero también heredará la bondad y buen juicio del Duque, puedo verlo como mi propia imagen en un espejo de agua, va a ser especial.

-Solo espero que Tygra lo comprenda.

-Ah, majestad… sobre ese niño.

-¡No! Dijo la reina mientras se tapaba la boca derramando sus lágrimas.

-Él lo ha enviando, sería lo mejor.

-¡No! Tengo fe en él. Pese a que estaba visiblemente contrariado, el viejo Jaga exhaló amarrando la brida del caballo.

-Lo que no hagamos hoy, nuestro pequeño rey va a tener que resolverlo y eso lo puede llevar al mal camino, a tomar la decisión incorrecta.

-Debemos confiar en él, si es quien dices que es, deberá comprenderlo, si él es nuestra esperanza para un futuro diferente, no me cabe duda de su resolución, así que no hables más, que suficientemente mortificación tengo con ese clérigo desleal.

-Alkemendrix no es desleal, es simplemente que está atado a un pasado que considera irresoluble, por eso él no formará parte del nuevo orden de las cosas y gran parte de Thundera seguirá ese mismo destino. Siendo una persona tan religiosa y devota, a veces la reina veía al viejo Jaga portarse como un hereje y dudaba si hacía lo correcto.

Haciendo una reverencia Jaga con una expresión tranquila aceptó su visión de las cosas, y así, ambas figuras desaparecieron entre los oscuros recovecos del esa construcción subterránea mientras las imágenes se volvían una bruma gris en la mente de Snarf…

El viento azotó entonces su espalda y amenazó con caerse de su montura, pero su montura maniobró para evitarlo.

-Sabes que te comeré cuando me des la espalda Snarf ¿no? Se oyó una voz profunda

-¿Eh? Snarf bostezó y abrió los ojos.

-Toda tu bondad no tendrá recompensa como nunca la tuvo en ese hoyo compañero. Iba montado en el lomo de un enorme lobo que hablaba gruñendo girando su enorme cabeza, a base de poderosas zancadas atravesó el río, valiéndose de las piedras que sobresalían del agua turbia por la lluvia estacional.

-Ya te he dado la espalda muchas veces y no veo que haya mucho que decir, incluso voy agarrado a ella en estos momentos. Respondió otra voz modulada y más juvenil.

-Te torturaron y te humillaron, nunca un gesto de gratitud o amor... no hay ni pizca de odio en esos ojos tuyos, eres raro, podría llegar a pensar que te gusta ser golpeado colega.

-Somos libres, es lo único que importa. Sobresalió un largo pelaje rojo en un punto del abundante pelaje de su lomo, que era parte de la cabellera de un jinete que iba cómodamente aferrado al cánido.

-Si ese es el caso, no te olvides de que soy un lobo y aunque te agradezco que me liberaras, sigo siendo un lobo.

-¡Calla insensato!, si no comemos pronto seré yo quien te de uno o dos bocados. La cabeza que sobresalió bostezando con fuerza mostrando sus pequeños colmillos, el felino se relamió su boca seca y dejó que un poco de lluvia le refrescara la frente para hundirse entre aquel pelaje, el lobo hizo un gesto gracioso y miró al frente para esquivar el vado saltando indistintamente entre los riachuelos del río, tratando de no llenarse de lodo.

-Cambiando el tema colega ¿ya has decidido a dónde irás? Desde luego no puedes ir conmigo, los lobos odian a los varones de las amazonas, con un par de días que me deshaga de este olor, unas cuantas suplicas y estaré dentro como un macho beta más en busca de ascenso, pero un felino es una cosa completamente aparte.

-Esa chica que me alimentaba…

-¿Qué tiene?

-Dijo que había caído en una extraña vaina del cielo, dijo que llegue de fuera del contiene en dirección al mar del este.

-No conozco ninguna manera de pasar el gran desierto marino, podrías ir a los puertos flotantes de los bersekers, quedan algunos de esos veleros voladores, aunque yo no me arriesgaría, esa región fue azotada por la plaga hace cosa de dos años, no te la recomendaría, se decía entre los gladiadores que habían forasteros en las costas del noroeste, en la desembocadura del gran rió rojo, las amazonas no los expulsan porque no consumen nada del bosque, al parecer son pescadores, yo empezaría por ese lugar.

-Nos separaremos pronto Sherpa, cuando estés repuesto y yo curado, seguiré buscando por mi lado, así que no tienes que preocuparte por los modales de tu manada.

-Nada es peor que no encontrar el camino a casa compañero, así que te daré esta tregua montado en mi lomo, esas estúpidas amazonas no podrán encontrarnos tan fácilmente esta vez.

-Recuerdo brevemente que un gran lobo azul me dijo que la manada de lobos no conocía de bondad y lealtad, sino de fuerza, tal vez era un sueño, aunque parecía un hecho de mi pasado, veo con alegría que él estaba equivocado. Dijo el chico pelirrojo marcado con horrendas cicatrices negras en sus brazos y espalda desnuda, acarició al lobo que en respuesta lamió su mano lacerada chillando lastimeramente, consternado por el estado de su amigo, que tal vez no soportaría el viaje y se conmiseraba por él como nunca había hecho por nadie en su vida, lo sentía como alguien de su propia manada, se sorprendió por la historia que le contó, pero era el tipo de persona que seguramente habría pasado por una cosa así de rara, sintió remordimientos, pero era un lobo a final de cuentas.

-¿Un lobo azul? Demonios, suena a algo que tu harías colega, esos lobos azulados son terribles adversarios. Debiste tener un pasado interesante, aunque das la impresión de ser demasiado pequeño para esas hazañas.

-Siendo así me siento aliviado, nada sería peor que si me volviera una carga para tu consciencia o tu estómago, que parece no conocer la palabra “satisfecho”. Le espetó el felino que no olvidaba que apenas un par de horas su amigo había comido carne.

-Ja, ja, pero seguro que serías un delicioso bocado, dicen que comerse a un guerrero te da su fuerza, en serio, sería todo un honor African-O. Snarf hizo una mueca y mordió al lobo en señal de reprobación en el cuello, este último se burlo de la fuerza de sus mandíbulas.

-No me llames así.

-Snarf no es un nombre digno de tus hazañas, más propio de una mascota, pensé que eras un retrasado, no podías ni articular palabra, actuabas peor que un animal y eso que yo soy uno.

-Si me han puesto ese nombre debe ser por algo y si es mío, creo que debería respetarlo, no olvides que si la gente me reconoce por ese nombre, seguro alguien podría ayudarme a encontrar a mi familia.

-Dicen que el imperio de los gatos del otro continente cayó hace casi un año, no creo que sea tan simple como dices, además, eres un león y eso te traerá problemas.

-¿Qué quieres decir?

-Un león gobierna y contempla sentado, otros cazan para él, no se mueve, no se expresa, su única corona es la defensa de su territorio de otros como él, más fuertes y rápidos, los leones, dicen que son enormes, si tú eres así de poderoso, imagina como serán el resto, por eso pienso que si has llegado a este lugar, debe ser por algo.

-No necesito mostrar mi cara al mundo, bastará con una larga capa y que el destino decida.

-Bien dicho colega, solo espero que tengas dinero, porque en los fuertes necesitas dinero.

-Me dirigiré a los puertos de los bersekers, tomaré uno de sus barcos.

-¿Debes estar bromeando?

-Si voy a la zona prohibida será más difícil para ellas cerrarme el paso, lo único que importa para evitar la plaga es la higiene, eso me lo dijo… esa mujer.

-¡¿Eso es todo?!

-Dijo que usaban la plaga para controlar la población masculina.

-Esa Zurla… al menos ya pasó a mejor vida, espero que se refunda en el infierno.

-“...” Snarf no respondió hundiéndose entre el pelaje de aquel lobo que dio un prodigioso salto desapareciendo en los espesos matorrales selváticos, entendiendo a su amigo que se aferró con más fuerza.

-Vaya que eres raro colega, mira que sentir pena de tu carcelera, pero bueno… qué se le va a hacer, cosas más raras he visto en este mundo.

####
Tres días después

La punta de una flecha dio en el costado del lobo sin lograr penetrar la piel completamente, pero estaba envenenado no había duda de ello, Snarf apenas se sostenía, su voz no se escuchaba, aún así intentaba agarrarse.

Una amazona saltó de su montura para lanzar su jabalina que se enterró en un tronco, eran temibles guerreras, se lanzaban al frente saltando de su montura, impulsándose en un tronco que encontraran y volviendo a su bestia que parecía entrenado para esa maniobra de lance que les brindaba el doble de distancia.

Un lobo solitario era una criatura sin esperanza frente a ellas, aún así Sherpa se las había arreglado para evadirlas, fue un estúpido pensó Snarf, pues al ponerse a aullar en una región sin lobos, la respuesta era el engaño de un cazador muy curtido en el arte de pelear con esas bestias que le pareció un acto de falta total de soberbia en su amigo.

Las flechas no penetraban en su mayoría su dura y profunda piel para que el veneno hiciera efecto inmediato, pero sus jabalinas eran un asunto muy diferente. Cruzaron cañadas y riachuelos, entre veredas y bosques a arboladas secas, donde horadado en las colinas están las ruinas de una civilización perdida que marcaban la proximidad de abrazador desierto, la tracción de sus patas entonces disminuiría a la mitad, no tenía otra opción.

¡Kaboom! Se escuchó una poderosa explosión a sus espaldas.
Una de las amazonas aventó una especie de plato que cruzó la distancia que los separaba y estalló haciendo un gran daño al lobo, Snarf rodó en un montículo de arena junto al cuerpo de Sherpa que hacía sus últimos esfuerzos por levantarse, era lo más lejos a lo que podrían llegar.

Al mirar al chico completamente noqueado, supo que de un momento a otro les darían alcance, no podía huir, su pata derecha estaba rota y sangraba por la boca, los minutos avanzaron y nada, las amazonas no bajaron a darles caza, miró hacia arriba y no vio a nadie, sus heridas eran profundas, se arrastró a donde el chico estaba carente de toda vida y le lamió la cara para notar que apenas respiraba.

Para cuando Snarf abrió los ojos, estaba siendo llevado en el lomo de Sherpa que cojeaba de una pata.

-Esa cosa de allí las ha asustado, nunca he visto nada parecido, juraría que no había nada en este lugar.

-¿Ah? Snarf se incorporó para notar que sus heridas no parecían doler.

-¿Lo has notado también? Ha dejado de sangrar y conforme me acerco es como si mi cuerpo sanara mágicamente de alguna forma. No ha protegido.

-¿Quien?

-No lo sé, pero seguramente las amazonas huyeron llenas de miedo, no sé si debo acercarme. Era una enorme pirámide carcomida por el paso del tiempo, semienterrada en la arena, los restos de construcciones de piedra ígnea la rodeaban, eran tan antiguas que los tallados en sus muros estaban completamente erosionados.

-Mira esos grabados más recientes, estoy seguro que los he visto antes. La representación de una amazona y un león apuntando con su espada contra un monstruoso ser con un tatuaje de una doble serpiente marcado en el pecho, protegido por lagartos, habían dos pirámides a cada lado, una con un ojo propio del culto a Seth, la serpiente y la otra un Sol del culto a Rah, lo curioso era que el dios maligno Seth estaba sobre los felinos, revelando su naturaleza maligna.

-Y así debe ser, son los grabados prohibidos de los guerreros adoradores de Seth.

Una altísima pantera apareció frente a ellos, Sherpa pese al dolor de su pata se lanzó a su encuentro.

-¡Tú! De todos los demonios del bosque, tenías que ser tú. El lobo que se transformó en un ser bípedo de gruesos y musculosos brazos, como eran todo los lobos de lomo gris, se abalanzó para hincarle los dientes, pero esa chica lucho con él intentando evitar que la mordiera.

-¡Escúchame antes por un segundo!

-Voy a comerte, ya en mi panza lo meditaré con el tiempo.

-¡Te digo que me escuches, he sido yo quien los he ayudado a escapar, de otra manera ya estarían muertos!

-¡Pues muchas gracias, no había tenido el honor de que la comida real llegara sola a mi hocico!

-¡Nooo! La pantera le dio una patada y lo arrojó lejos, pero el lobo cayó en sus piernas traseras y cargó nuevamente.

Estaban ambos en el piso rodando de un lado a otro mientras Snarf sin ponerles atención miraba a la pirámide cuyo interior se iluminó pese a que la noche se apoderaba del cielo.

-¿Podrías echarme una mano con este lobo idiota Snarf?

Pero el chico por alguna razón extraña echó a correr a toda velocidad, Sherpa se detuvo y alzó su nariz, la pantera se levantó empujando al lobo.

-¿A dónde demonios se supone que vas colega?

-¡Oaaah! Siendo elevado en el aire y luego dado de bruces contra el suelo, Snarf fue arrastrado a gran velocidad. Los dos enemigos corrieron a auxiliarle, la pirámide que abrió una puerta triangular.

-¡Snarf! Llegaron para apenas para agarrarse al chico que trataba de soltarse de un objeto invisible, pero era bastante obvio que estaba allí, el largo corredor por el que fueron arrastrados se partió a la mitad a medio camino, corroído por el paso del tiempo, dejándoles caer en el interior de la construcción que remontaron con dificultad, tan solo para encontrar que la puerta de entrada estaba cerrada sólidamente.

-¡Grandioso, simplemente grandioso, esto es tu culpa peludo idiota!

-¿A quién llamas peludo idiota felina marimacho? Snarf tenía una expresión cansada mientras ellos peleaban.

-¿Ey, a donde se supone que vas? Dijo la pantera.

-Ya que no podemos salir quiero ver a donde llega ese pasillo, tal vez encontremos una salida.

-¿Pero qué hay de esa cosa que te arrastró?

-Al menos sabremos más que perdiendo el tiempo princesa. La chica hizo una mueca observando al lobo que dudaba.

-¿Confías en ella colega? No sé qué te haya dicho, pero seguro es una mentira.

-Nos dejó ir y no ganaba nada con venir aquí, así que nada perdemos con escucharla. Snarf comenzó a escalar por los restos del pasadizo que se vino abajo desapareciendo en la oscuridad.

-¿Sigues con nosotros Snarf? La chica dijo con un tono preocupado, el lobo afinaba su oreja.

-Podemos ir por aquí, veo una luz como a treinta metros.

Salieron a una sala que bordeaba una cara de la gigantesca pirámide, en el fondo había arena, entraba la luz de la luna por una de las partes vencidas de la estructura, pero era tan elevado que incluso esa hermosa pantera resbaló siendo salvada por Snarf montado en Sherpa que regresó a su forma cuadrúpeda, siendo tan alta apenas pudo sostenerla en su brazos.

-Bi-bien, si no podemos por este camino deberíamos tomar ese otro pasillo. Snarf la bajó en la plataforma.

-Este lugar es horrendo, viéndolo bien parece alguna clase de prisión.

-Pero esos cuartos no tienen barrotes, son solo espacios vacios princesa.

-Willa, llámame Willa, ese es mi nombre.

-Desde luego princesa... Willa, Snarf abrió sus ojos con intensidad sorprendido por el gesto de esa felina que le había ignorado hasta el fatídico combate que acabó con la vida de su pareja, era lo que más le asombraba, que no se fuera sobre él para tomar venganza, pero visto lo que había hecho por él, ese giro de los hechos le sacaba completamente de pose, más aún, la cara de ella era cálida.

-¿Es alguna clase de ridículo cortejo? Snarf se quedó observando a Sherpa y luego a Willa, que hizo una mueca molesta.

-No digas tonterías lobo-bestia, he venido aquí para decirle algo importante a Snarf. Ella avanzó con una actitud enojada.

-Y bien, vas a venir o te quedaras posando tu belleza. Aunque lo que dijo pareció despertar un viejo recuerdo, avanzo acariciando la cabeza del lobo que aceptó seguirle a regañadientes.

-Sí.

####

El interior de esa pirámide se alzaba alguna clase de santuario donde semillas de todas clases habían germinado hasta volverse enormes árboles que cubrían y rompían las largas cubiertas, esa pirámide tenía conductos que llevaban agua, Willa razonó que era una clase de sistema hidráulico que seguía bombeándola en esos miles de años.

-Estas luces son fuera de este mundo, parecen cristales o diamantes con un sol en miniatura.

-Debido a ellas es que estos árboles han sobrevivido todo este tiempo. Willa sacó sus raciones que ofrecía a Snarf y el lobo que a regañadientes aceptó.

Con palos secos ella y Snarf hicieron una fogata, quien se acurrucó al lado de Sherpa, pero Willa que ya sentía el frío no tuvo esa suerte hasta que Snarf le dijo que se acercase.

-El frío del desierto es intenso en la noche.

-Si haces algo raro voy a comerte antes de que puedas decir “te vi la cara”.

Negando con la cabeza, como si señalara que Sherpa era básicamente un bravucón inofensivo, ella por fin decidió acercarse.

Willa parecía nerviosa y eso molestó a Sherpa que lo sentía como un gesto desagradable.

-¿Qué pasa princesa?

-No es tu nombre.

-¿De que hablas?

-Snarf no es tu nombre. Lo averigüé hace un par de semanas.

-¿Semanas?

-Un thunderiano te reconoció, dijo que sabía quien eras.

-¿Y porqué no me lo dijiste antes?

-Creo que fue… porque pensé que Zurla lo usaría en su favor.

-¿Qué quieres decir, qué cosa?

-Ese grabado, el grabado de los amantes guerreros, en realidad representan a un rey león y una reina pantera, una leyenda de nuestra mitología, pero ella iba a usarlo para su beneficio, cuando supiera quién eras, una cosa la llevarían a la otra.

Snarf no entendía y Sherpa solo se quedó mirando con su cabeza descansando sobre sus patas frontales.

-¿Y quién soy yo?

-Se negó a decirlo con exactitud, únicamente dijo que pertenecías a la clase real de Thundera, el reino del continente exterior, dijo que siguió tu pista durante meses, era bastante viejo, así que no soportó los interrogatorios. La sorpresa de ambos compañeros fue mayúscula.

-No me has explicado cómo nos encontraste.

-Las amazonas querían cerrarles el paso a ambos puertos, la capitana es una buena amiga mía, los fue guiando hacia este desierto maldito.

-¿Te refieres a Nayda? Willa afirmó con la cabeza.

-Eso no es cierto, esas amazonas se asustaron, no nos siguieron por miedo, eran unas cobardes. Sherpa masculló sin el menor tacto.

-Te equivocas, este es el secreto de este lugar, es un lugar especial, es por eso que solo tu y yo estamos aquí.

-¿Y yo no cuento? Willa miró al animal que le gruño ofendido.

-He traído a mi montura, pienso que mientras sea mía o vaya montada en ella, igual puedo entrar en este sitio como lo hice cuando era pequeña, el día que me perdí en el desierto.

-¿Por qué tu? ¿Y yo? ¡Es ese grabado…! Snarf recordó.

-Lo has entendido bien colega, el grabado al lado de la pirámide de Seth señala a los que pueden entrar.

-Un león y una pantera, ¿esto es un plano astral?

-¿Qué es un plano astral? Preguntó Sherpa.

-Una aberración en el continuum del espacio-tiempo, como un espacio dentro del espacio, o eso creo. Reflexionó Snarf que no tenía idea como lo sabía pero dejó sorprendido a Willa y Sherpa.

-Nosotros estamos en ese espacio creado por una poderosa y ancestral magia, sabía que siendo un león de linaje real entrarías.

-¿Quiere decir que nos esperabas desde entonces?

-Eso tampoco es correcto, en estos sitios el tiempo parece ir más despacio, la vez que me perdí pasaron dos días, para cuando logré salir afuera habían pasado apenas una hora, llegué casi al mismo tiempo que ustedes.

-Aún así, con todo lo que me has dicho es todo un misterio lo que te ha traído a este lugar, no creo que con el nombre y un pasado real baste después de lo que pasó.

-Es una cosa que he querido hacer hace años, pero no había encontrado la oportunidad.

-No parece afectarte la muerte de Gali o de tu propia hermana, en eso no eres diferente de esa puta. Sherpa siguió sin tacto, ella separó indignada.

-Tranquilízate princesa, los lobos son naturalmente competitivos y eso incluye la manera en que se expresan, si quieres pelear con ellos esta es la manera, pero si lo haces sabes que no podré detenerlo, es tu elección.

Apretando los dientes Willa se sentó en el otro extremo de la fogata, Snarf sabía que ella era el tipo de persona que pensaba en sus propias necesidades antes que en las de las demás, a pesar de haber visto su lado más amable, lo cierto era que las amazonas eran horrendas y si así se portaban las mujeres, Snarf no quería estar al lado de ninguna nunca más.

-Hay cierta puerta en este lugar que tienen por seguro dos marcas de manos.

-¿Cómo las de una persona?

-No, colega, si dice dos marcas de manos, se refiere a un mecanismo de llave, pero por lo que se ve en esos grabados y la razón de que estemos aquí, es que te necesita para abrir esa puerta.

-Una mano de un león y una de una… pantera ¿Qué significa? Antes de que pudiera responder Willa, Sherpa entre gruñidos adivinó.

-Quiere ser la reina, es por eso que no te reveló tu pasado, desea ser la reina de la profecía, no debe ser la única que conocía la historia, pero es la única que encontró la pirámide.

-¿Es por eso que nos has ayudado, para ser una reina? ¿No dijiste que era una grabado prohibido?

-Tal vez lo sea colega, pero aún así valido según sus leyes.

-Esto pertenece al legado de las panteras, lo necesito.

-¡La espada que llevan los dos! Así que es eso.

-¿Cuál espada? Snarf preguntó.

-Esa espada que agarraban ambos guerreros con la mano, esta traidora quiere obtenerla para sí, seguramente nos dejará en este lugar atorados colega, ella solo requiere a alguien noble para abrir la puerta, no le interesas en lo más mínimo.

-Te he salvado la vida y así me lo pagas. Snarf no dijo nada.

-¿Es eso lo que sucedió? Por como lo vi, tú tenías intención de matar a Snarf en venganza por Gali, no salió como planeabas, si Zurla estuviese viva jamás abrías accedido al trono, después de todo… él era suyo, lo demás fue un accidente ¿no es así? Y luego le dejaste ir sabiendo que le culparían y así ejecutaste este plan que debiste haber descartado hace años.

-Ella nunca hubiera sido una buena reina, estaba loca, madre quiere elegir a su lugarteniente, necesito esta espada para demostrarle que puedo se más que una simple princesa, he nacido para esto.

-¡Túuu, eres de lo peor! Snarf enojado amenazo con avanzar al lado del sagaz Sherpa, Willa se levantó y sacó un objeto de su bolsa, Sherpa quiso iniciar la carga, pero ella disparó un rayo de luz potente a sus patas que lo espantó de muerte.

-No quiero hacer esto, pero si no me dejas opción… ¡andando, tenemos mucho que caminar!

Obligados por esa extraña arma ambos bajaron los escalones del centro de esa construcción.

-¿Por qué a mí? Preguntó Snarf sin emoción.

-Ya lo has visto, eres el indicado, la primera vez que estuve aquí una cosa similar me pasó, otra entrada, ese espíritu me llevó a la cerradura, podía verlo y sentirlo tirando de mis piernas, pero al poner mis manos sobre esos espacios no pasó nada, así que asumí que no era suficiente conmigo, era una cerradura para dos manos derechas, una más pequeña que la otra. Hoy fui incapaz de ver esa falange invisible, en cambio te agarró a ti, seguramente te habría llevado al mismo punto.

Snarf recordó que la pantera del grabado era más alta que el león.

-Quien lo diría, la arpía mayor resultó ser la que aparentaba ser la más buena y recatada.

-¡Cállate lobo idiota, esto lo hago por mi pueblo!

-Pero que mártir, al menos Zurla era una arpía que siempre mostraba su lado perverso, nunca se guardaba nada, tú eres una cobarde...

-¡Sherpa, por favor!

-¿Ya la defiendes colega? Snarf se interpuso entre Willa y Sherpa.

-Ella tiene el arma, deberías entender la situación, si quiere esa espada que la tenga.

-No puedes entregarte así de fácil.

-Ya lo dijo él; no tienes opción, a él le necesito, ya pensaré en algo cuando regrese a casa, no veo problema en que sean mis esclavos, recibirían un trato justo, después de todo, Snarf me quitó a Gali, la reina los perdonará, sabrá que es una deuda y no habrá castigo para ambos.

-Desde luego, nos mandarás a la arena para morir, yo no pienso volver. A Willa le gustaba esa mirada agresiva de Snarf, una mirada poderosa e intensa, llena de dignidad, en un principio le dio risa por lo pequeño que era, pero después de lo que hizo en la arena ella sabía que no debía presionar de más.

-Si quieres morirte en este desierto hazlo, pero dame la maldita espada.

Cuando llegaron frente a la puerta ambos pusieron sus manos en la cerradura que se abrió sin ningún encantamiento complejo, sólo se abrió, la espada reposaba en el interior de un pequeño estanque al fondo de un gran cuarto circular con cuatro enorme estatuas femeninas de diferentes tribus, con la pistola de plasma apuntando a su amigo lobo se sumergió en ese líquido que no era agua, aunque era igual de cristalina.

Ella le susurraba en voz baja a Sherpa cuando él miró de reojo los movimientos de la pantera. Snarf entonces tomó la espada de la punta, que fue moviéndose lentamente hasta que la tuvo asida por la empuñadura y se iluminó con un extraño halo blanco.

-¡Dámela!

-¿Primero deja a mi amigo en paz y dime que harás con ella?

Ella accedió y dejó a Sherpa que dio la vuelta al estanque.

-La espada es una espada del líder de todas las tribus profetizada por los ancestros, es mi acceso a la corona, un signo de divinidad, con ella demostraré mi valía ante la reina madre, expulsaré a esos extranjeros de las costas, pagaran caro el precio de habernos invadido, he dejado libre a tu amigo, ahora dame la espada.

-No.

Ella sabía que no se la daría, más cuando seguramente se vería en la necesidad de eliminarlos una vez con la espada entre sus manos, no le preocupó en absoluto, pues Snarf no se esperaba lo que siguió a continuación y es que Sherpa lo atacó a traición por la espalda, obligándole a soltar el arma, le dio un fuerte puñetazo para liberarse, para su desgracia la poderosa mordida del lobo le rompió el brazo y lo sometió con extrema facilidad.

-¡¿Sherpa?!

-Te lo dije, te dije que no me dieras la espalda, no es nada personal colega, es sólo que no quiero ser un macho beta toda mi vida.

-Tú me has traído hasta aquí por propia voluntad.

-De otra forma la reina madre hubiera sospechado colega, ella también sabía de la historia.

-¿Por eso hiciste esa parada en aquel claro, por eso aullaste, te pusiste de acuerdo con ella…? Pero te liberé, te consideré un amigo.

-Nunca hubiese estado a salvo de ellas colega y no tendría al poderoso African-O para defenderme, esos lobos me habrían matado, así al menos tendré una oportunidad.

-Lo ves Snarf, no puedes confiar en nadie, llevaré tu cuerpo y tomaré venganza por Gali, la reina madre estará satisfecha. Willa dijo pacientemente mientras intentó acabar con él. El disparo le atravesó un costado del estómago, cuando ella intentó rematarle el arma no funcionó, Snarf aprovechó que Sherpa se asustó soltándole, sumergiéndose en el estanque donde el lobo ni ella podían alcanzarle, mucho peor aún, la puerta se comenzó a cerrar.

-Bien, no importa Snarf, ya tengo lo que venía a buscar, de aquí por supuesto, no saldrás nunca.

Y dicho eso montó el lomo del lobo, abandonando el cuarto que se quedó a oscuras al sacar la espada de sus límites, mientras Snarf se desangraba saliendo del estanque con apenas fuerzas para escalar la orilla. La puerta se cerró.

“Ella no está lista” “La espada no está” “El ladrón, fue un mapache” "Búscale" Esas frases se escucharon en aquella oscuridad repetidas monótonamente, palabras sueltas que no tenían significado para él perdiendo la consciencia lentamente, aunque en los que pensó eran sus últimos momentos de vida, el estanque se fue iluminando lentamente hasta que la luz era tan intensa que erizaba su piel.

Una enorme caja se fue abriendo y de su interior un ser que gimió intentando devorar el aire en su entorno fue posando sus pies en el oxidado suelo y se le acercó al punto que se convirtió en una enorme mancha negra, su mano helada le tocó la piel donde su brazo quedaba hecho un montón de girones.

-Te ha tomado mucho tiempo. Una voz femenina de tesitura mecánica alcanzó su oído.

-¿Hm...?

-Descuida pequeño mio estás en casa.

####
Horas despues
Desierto regional del continente amazónico

-Vaya colega… qué bueno que la libraste… me han birlado, esa bruja me ha engañado, mira lo que me ha hecho, mira como me ha dejado.

Lion-O estaba parado en un desierto que tras el no dibujaba ningún paisaje, fuera de más desierto, pero pudo notar a lo lejos las pisadas de monturas felinas, con su cabellera pelirroja y un traje discreto pero elegante y ya sin heridas miró hacia abajo al lobo que se desangraba.

-¿Quién eres tú? Preguntó sin saber quién era ese lobo-bestia, puso su mano sobre el estómago destrozado del animal.

Las horas pasaron en aquel basto desierto, la herida en la panza del animal era grave y buscando un poco de agua la llevó a su boca.

-Esa Zurla… Lion-O escuchó con calma a ese animal que parecía reconocerle.

-¿Qué hay con ella amigo lobo?

-Nunca entendí realmente a las mujeres, incluso las de mi manada, hiciste todo lo que ella te pidió, eras bueno, pudiste lastimarla y aun así… -Ngh- siempre la quisiste, la tratabas como tu familia pese a sus desprecios y maltratos, alguien como yo no entiende a la gente como tú.

-A veces un gesto es como una cadena que se forma entre dos personas, un gesto basta para que entregues a otro tu corazón, hasta que te das cuenta… Lion-O tuvo malos recuerdos de las mujeres de su pasado.

-...hasta que te das cuenta que estuvo en tu imaginación, que era un lazo que solo te encadenaba a ti a su mano.

-Sí, algo parecido.

-Quisiera volver con mi gente colega, quisiera recorrer los mismos senderos que cuando niño, es una largo camino a casa y yo estoy tan cansado.

-Te aseguro que este día estarás recorriendo esos mismos senderos amigo mio. Lion-O acarició su cabeza, el lobo pudo notar que su mano ya no estaba fracturada.

-Me arrepiento de haberte traicionado, hablaré a mis ancestros de tu bondad, no te olvidaré nunca. El felino le sonrió al lobo y se quedó a su lado hasta que la noche estuvo bien entrada en horas.

El lobo falleció al despegar el alba y él hizo una pira funeraria pese a ser una bestia, sentía la necesidad de hacerlo por alguna misteriosa razón. Mientras el humo se levaba, le pareció por un momento escuchar el ulular de los lobos y supo entonces que lo había conseguido, ese lobo se había reunido con sus ancestros, mirando al firmamento se preguntó la razón de que estuviera en ese sitio.

-Le hubiera preguntado su nombre o el lugar en el que estoy. Dijo mostrando sus ojos intensamente azules llenos de dudas, maldijo no saber sobre mapas estelares y de estrellas o todo lo militar que le hacía un buen explorador, pero como su padre le decía, si seguía el camino del Segundo Planeta, tarde que temprano llegaría a casa y eso hizo.

Miró atrás intentando recordar.

-Es hora de ir a casa.

Fin de parte 1 de 4



5 comentarios:

  1. Matius esta bueno el capitulo pero a un asi me perdi si Lion-O es hijo de Claudus o no por que en tu historia dices que es esteril por lo demas esta muy buena la historia aunque debrias explicar mas lo que paso con las amazonas.

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    1. Eso será explicando poco a poco, lo de las amazonas será explicado mucho tiempo despues.

      Por cierto que parte del origen del Lion-O será explicado cuando saque el primer PDF, las historias descartadas y cosas que son pesadas por lo crueles pero que valen la pena.

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  2. Hola! llevo mucho tiempo siguiendo el proyecto, es un gusto ver como evoluciona cada ves que leo un reinicio o un nuevo capitulo, pero tengo una peticion, porfavor separa mas los actos de cada bloque de lectura de personajes, trata de que los tiempos de cada secuencia se interpreten bien, porque me confundi un monton en el inicio cuando estan hablando la reina con jaga, de pronto cambia a un snarf mas thunderiano con el lobo de una tribu digamos diferente a la previamente leida en episodios anteriores y de pronto regresa lion-o a tratar de ser el puente entre lo ocurrido en la piramide y lo que seguira a la traicion de la pantera, lo lei varias veces antes de comentar, pero siemplemente no entendi el mensaje que devia dejar cada bloque

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    1. Como dije estas partes ya son parte de la historia de los PDF que tienen historias enlazadas.

      Snarf es Lion-O solo que no recuerda que lo es, no te preocupes tanto, este capítulo sigue esa historia, solo que este Lion-O está ocho o nueve años en el futuro, un futuro diferente al que había estado antes.

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    2. Ok muchas gracias por la aclaracion (n.n)

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Algunas cuestiones de lógica de la serie original pueden sugerirse en este espacio indicando la página.

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