Bienvenido a “casa”
Cordilleras del desierto de la desesperanza y el bosque negro
8 años después
Con un ciclo anual de tres cientos noventa días, el Tercer Planeta tenía a su gemelo rodeado por dos lunas y un titilante primer planeta solitario. La primavera se sentía con toda intensidad, las poderosas lluvias en el centro del gran continente Thuriano que formaban en verano los grandes monzones, se dejaban sentir sobre los vastos desiertos en el norte y la infinita zona de cordilleras formadas por el impacto de un objeto venido del cielo eones antes de que el primer wollo recorriera con su carreta los caminos desérticos que unen oriente con occidente.
Era un chica de dieciséis años subida en su montura, un felinoide de pelaje anaranjado con mechones negros en la cabeza, chilló sin mesura cuando olió a uno de esos feúchos escarabajos, la flecha era un arma prohibida entre los clérigos, pero no le importaba, su misión en cambio valía cualquier riesgo sin que sintiera un verdadero deseo en hacerlo, su cabellera bicolor anaranjada con una franja café en el centro se movió libre mecida por el viento que se introdujo bajo su caperuza, odiaba sus orejas, para colmo su cabello no crecía largo como una guepardo o una leona, era ralo y varonil.
Los novios más gallardos le rehuían por sus prejuicios raciales y debido al poco afecto que sentía por Cheetara, la superiora de la orden de los clérigos, se comportaba más como una cría rebelde, que como el requerimiento de su puesto demandaba, “Si fueras veinte centímetros más alta, pero ¡nooo!, tenías que ser un tapón de alberca con orejas de Snarf y sin casi pechos” pensaba furiosa.
Peor aún, no significaba que los chicos le huyesen, no tenía pensado pasar toda su vida en el clero, pero se portaba tan mal con sus pretendientes fuera de la realeza o los más guapos, que terminaba asustando al resto, Cheetara le decía que a veces se portaba banalmente y eso no era bueno “¿Quién rayos se cree ese par de pechos ambulantes?” “¡Pechos! Pechos es en lo único que piensan esos machos” Gruñía.
Las flechas se clavaron en los cascos de los soldados, tarde se dio cuenta de su error, armaduras vacías asidas a palos de madera, el ataque llegó desde su izquierda por los dueños de las armaduras y su montura fue adornada por tres lanzas largas y afiladas que hicieron que la pobre bestia se derrumbara en el suelo sin vida, ella saltó varios metros por encima, aferrándose en las ramas de un árbol de abedul, se atoró por un momento con sus platos entrenadores que llevaba en brazos y piernas, debido a su peso no le costó maniobrar.
Envidiaba a Cheetara que ya no tenía necesidad de usarlas. No dudo un segundo y corrió con sus uñas clavadas por la superficie de los troncos, tres dagas y el combate acabó sin una lucha espectacular, corrió a esconderse, al no ver nadie cerca, regresó y ocultó con una prodigiosa velocidad la montura y los cuerpos de los desafortunados soldados.
Fue un movimiento inteligente, pues por el camino cruzó un contingente de más bichos, iban y venían cargando pertrechos, se habían encontrado al suroeste con las tropas del Rey, pero no lograron vadear el rio.
Su objetivo debía estar a un par de kilómetros, estaba cerca de lo que una vez fue un fuerte thunderiano cerca del bosque negro.
“¿Snarf?” Pensó mientras contaba sus provisiones.
“¡¿Snarf!? Por todos los ancestros, olvide alimentarlo.” “Estúpido animal, no debí aceptarlo a mi cuidado.”
Con el mal humor y la frustración que le caracterizaba, continuó saltando entre las ramas de los árboles hasta que vislumbró lo que parecía ser un gran campamento en un claro extenso cerca de la cordillera que dividía las tierras del sur con el desierto agreste.
Viró al este y siguió a uno de los guardias que llevaba una carretilla de espadas y dagas rotas, no iba a entrar al campamento principal, era una locura, así que con cada carretilla de espadas dañadas la curiosidad por saber que las doblaba, aumentaba.
La zona había cambiado mucho la última vez que la visitó hace tres años. Desde que murió siempre estuvo resentida y el dolor de su corazón que añoraba por su rey se convirtió en frustración y luego en olvido, aún así lloraba de vez en cuando, le recordaba poco, su rostro y su voz se hizo difusa en sus recuerdos.
Una estructura de fierros retorcidos se alzaba frente al valle donde una estatua en homenaje a un antiguo rey se erigía con una espada en su mano, invadida por árboles y flores, al rey que le sustituyó dejó de importarle, ella no se sentía diferente, pero era una ofensa para todo el reino y tenía su orgullo.
El bosque negro se había desdibujado del bosque exterior, fue algo que le sorprendió, tras su muerte, esa zona se volvió una región fértil de flores, las aves paganas que una vez surcaron el cielo en su ciudad de hierro, le rendían culto una vez al año, saliendo de su escondite tras el rio.
El antiguo reino de Shogun, donde los monos una vez vivieron, ondeaba la bandera de los escarabajos de Ojin.
“Kitty, no olvides alimentar a Snarf” Se leía en una nota en su ración de pan de grano. Odiaba cuando Cheetara hacía el papel de su madre, no le quedaba nada bien. Era una imbécil, siempre vigilándola, controlando su vida.
Las horas pasaron y oculta en el recoveco de un árbol tiritaba de frio, hubiera regresado a su propio campamento, pero tendría que encontrarse con Letha y su nueva novia, de solo pensarlo le hacía enfurecer.
Así que decidió internarse en los restos de la ciudad, al hacerlo no pudo entender lo extraño de la decisión de los bichos para establecer su madriguera tan lejos y no entre el cómodo espacio de ese lugar, que se convertía en un oasis en verano y un refugio en invierno, pues los enormes fragmentos del piso de la una vez ciudad de Avista, fueron cubiertos con sedimentos que al endurecerse crearon bolsas de agua capturadas de la lluvia, la causa más probable por la que las flores y árboles frondosos nacieron con tanta virulencia, convirtiéndolo en un sitio milagroso, verde casi la totalidad del año.
Ese era el fenómeno más extraño, la nieve del invierno no parecía penetrar en el bosque que se formó en el centro, por alguna razón los restos metálicos enterrados en la tierra estaban calientes todo el año, los supersticiosos decían que el joven rey yacía dormido, calentando con su cuerpo la tierra, por eso dejó de peregrinar, le dolía pensar que él estuviese esperando dormido.
Unas lágrimas brotaron de sus ojos, pero se negó a aceptarle de nuevo en su corazón y pensaba “es solo la lluvia que se me ha metido entre los ojos”.
Con el paso del tiempo descubrió lo que hacía de ese lugar una trampa mortal para los insectos, los guerreros escarabajo llegaban a perder las patas por el lodo, si no se daban cuenta, la insensibilidad de sus extremidades hacían que se olvidaran de que la tierra de esa región se secaba muy rápido y cuando se endurecía, fácilmente se les quebraban.
Y en la época de lluvias el agua se desplazaba por la circunferencia de la ciudad, volviéndose más lodosa que el resto de la tierra. Ellos colocaron tablas y rocas por las cuales hicieron un camino por el cual desplazarse.
La cabeza de la estatua había sido cubierta con lodo y excresencias de los coleópteros que con la lluvia que a ratos amainaba, quedaba limpia, pudieron derribarla, pero sería una ofensa para los lobos que tenían una estima grande por el león, razón por la cual nunca atacaban a los viajeros que pisaban esas tierras.
Seguramente habían expulsaron a los devotos pájaros y destruyeron el pequeño templo de piedra a un costado cuyos pedazos estaban repartidos entre la base de la estatua. La chica se desplazó entre los árboles y pudo sentir un enorme calor.
-¡Esta espada se ha roto, necesitamos una más filosa!, dijo un escarabajo de un cuerpo grande y atemorizante lleno de frustración, lanzándola a una pila con decenas de ellas que luego eran subidas a carromatos.
-El shogun Ojin no estará complacido, ya van doscientas espadas, ese “sangre sucia” de Hachiman llegará a hacer la inspección, querrá ver progresos.
-Si eres tan bueno en esto ¿por qué no lo haces tú?
-Calla insolente, si quieres partir al frente será un gusto ayudarte, de otra forma, será mejor que te apresures con tu turno.
-Tenemos suficiente para impulsar esos cacharros, no veo la necesidad de tantas quejas.
-Han atacado a uno de nuestros contingentes cerca del rio, esos gatos están cerca cada día y si pasan de la línea de acantilados con su máquinas estaremos en desventaja, así que mueve el culo y quéjate menos.
-Espero que no digas cosas malas de mí o te llevaré de paseo al infierno, que no es muy diferente de este sitio, hace tanto calor que las armaduras se cuartean.
El campamento de aquellos bichos consistía en una serie de ollas a presión con una sustancia rojiza salida de una esfera calentada con varias fogatas, parecía miel por la viscosidad.
La última olla era algo peculiar, se enfriaba un objeto cilíndrico transparente, como si fuese un rubí gigantesco, brilla misteriosamente, ella supo lo que era y se alarmó.
“¡Thundrillium puro!”
La sustancia era tan pura y llena de energía que se sentía una potente sensación de calor, lo que mantenía alejado a los demás bichos, mientras que quien se internaba en la madriguera llevaba un traje de un metal que protegía de alguna manera, por el olor que captó su fina nariz, era un plomo muy tóxico, aunque los bichos tenían una dura capa de exoesqueleto en vez de piel, que evitaba que su cuerpo absorbiera las sales de ese material.
La ventaja de un clérigo era su capacidad para manejar energía, los platos en sus manos y pies eran para que los aprendices expulsaran su poder mágico y controlaran gradualmente su fuerza vital, el manejo del flujo de la tantra no se aprendía de la noche a la mañana, se necesitaban años de práctica.
Se aprovechó de su habilidad para mediante un hilo metálico amarrado a un árbol, transmitir la poderosa energía que pasaba por ella, era terriblemente caliente, el escarabajo se desplazó lentamente hasta quitarse la armadura.
-Me estoy tostando vivo, es tu turno boquiflojo.
Los escarabajos tenían que cambiar de turno, recolectaban el Thundrillium para su ejército, para máquinas de guerra que sin ningún combustible eran chatarra inservible desde hacía años, desde la derrota del maligno que Thundera se atribuía.
Thundera tenía la mayoría del Thundrillium y no parecía querer compartirlo con nadie, ni siquiera con otros gatos. No había más sitios con el combustible en todo el continente, Mandora dijo que el Thundrillium no era nativo del Tercer Planeta, sino que la nave de Mumm-Ra lo poseía encapsulado en la superficie de su nave, cuando se estrelló por la fricción con la atmósfera, este se desprendió y se depositó en una franja muy estudiada del continente.
¿Era un combustible producto de la magia? Cheetara decía que cada piedra era como una piedra filosofal del que se podía convertir una materia en otra, la diferencia era que las piedras por su inmensa energía, tenían como residuo el Thundrillium puro o semipuro, este sufrió un cambio cuando Mumm-Ra fue destruido por un error que destruyó su nave, según le contó la clérigo sin precisar cuál.
Colocó las cargas explosivas en uno y otro lado, cuando detonaran, lo que estuviese en ese lugar desaparecería en una poderosa explosión al ser tan concentrado e inestable, el árbol al que había amarrado el cable se estaba muriendo, así que lo amarró a otro.
Ella era curiosa por naturaleza, quizás demasiado, se metió a la cueva para colocar otra carga en lo que supuso era una beta de Thundrillium, o los restos enterrados de algún reactor ciudad que no había sido pasto de las llamas.
Había hebras rojas sobre mesas de metal, era tan caliente que las planchas de metal tenían marcas donde esas hebras habían estado, encontró más espadas partidas por la mitad.
“En el nombre de los ancestro, ¿qué bigotes es esto?”
Parecía un capullo de mariposa que emitía una luz blanca de la que crecían esas hebras rojas, fusionado a la superficie de una enorme viga, por descuido rozó una, pero se dio cuenta que estaban frías. Tocó la superficie de esa membrana blanca.
“¡Respira!” Pensó con sorpresa, un organismo vivo.
Se alzaba y contraía, como si respirase oxígeno, era suave, al intentar picarlo la punta de su navaja, esta se rompió al contacto, vibraba trasmitiéndole esa fuerza adquiriendo mucha temperatura en unos pocos segundos, obligándole a soltarla.
La marca de su mano se grabó en la superficie y pareció tener un cambio dramático, las hebras rojas recién cortadas volvieron a crecer, sin pensar demasiado, puso una carga justo debajo, para su desgracia había pasado demasiado tiempo embelesada que no se dio cuenta del escarabajo que llegó por detrás.
-¿Pero que tenemos aquí?, una pequeña sabandija gatuna.
-Señor Hachiman, señor Hachiman, mire lo que he encontrado, ¿qué deberíamos hacer con esta pequeña mujerzuela?
-Quita tus sucias manos bicho asqueroso. Arrastrándola hasta la salida por los cabellos la lanzó al suelo.
Un guerrero del Shogun apareció frente a ellos, tenía el grado de general, quien arrancó el hilo del árbol. Kitty deseó tener largo el cabello pues la mano de ese otro escarabajo estaba a punto de arrancarle el cuero cabelludo al agarrarla con más violencia.
-Pon una estaca y despelleja viva.
-¡Tú!, lleva el Thundrillum al campamento, no molestes al señor Hachiman con esas tonterías. Le dijo el subordinado que anteriormente habló despectivamente del general.
-Ha puesto explosivos.
-Entonces quítalos, entre más rápido lo hagas más rápido nos iremos, ¿no es así general? Este no le respondió y solamente se quedó mirando a la chica.
-Has escuchado niña, no esperes ayuda del general, que mejor una hoguera en esa vieja estatua, ellos adoran a ese rey, será un buen mensaje de advertencia, una ofrenda para su amado rey fallecido.
-¡Él no es mi amado rey! Rechinaron sus dientes.
-Haz lo que quieras idiota, pero si no entregas ese Thundrillum, le acompañarás en la pira, dijo el otro escarabajo.
Los otros soldados que arribaron solo observaron mientras el escarabajo le daba una golpiza hasta el punto de que no se podía mover, la arrastró por el piso lodoso y la colgó de la estatua que con la lluvia dejaba ver el rostro de un apacible muchacho con una espada en su mano que ella rehuía.
Hachiman pareció interesado cuando descubrió la estatua, era la famosa estatua del héroe de los pájaros, el salvador que murió traicionado por ellos, se contaban muchas cosas de él.
El combate con el maligno era bien conocido, pero las historias de los lobos sembraron el miedo de los insectos que agradecían no tener que enfrentar a un guerrero como ese, capaz de descabezar lobos gigantes azulados que era capaz de ganarse su respeto, los cuentos de su fuerza y poder, contrastaban con los de nobleza y buen corazón, algo reconocido entre lagartos y elefantes.
“Habría sido un honor haber cruzado la espada contigo, el honor y el sacrificio es un valor escaso en estos días”, pensó el general cuya melancolía era patente, sus soldados se burlaban a sus espaldas, eran unos salteadores, el shogun Ojin los había convertido en meros mercenarios sin honor.
La chica parecía tener un sentimiento parecido, pues se negaba a subir, prefería ser asesinada en el suelo, quizás le odiaba por morir, le odiaba por haber abandonado a su pueblo y estaba en lo cierto, la chica le culpaba por la muerte de su madre y hermanos, nombren una cosa mala que le había sucedido y allí estaba él, un rey que les abandonó.
-Te odio. Sollozaba mientras la cuerda era pasada por la estatua aferrada al tronco del príncipe en el que una vez creyó con todo su corazón.
-Qué importa que me odies, en unos instantes se te pasarán. Dijo el escarabajo, pero por el tono, el general intuyó que no se refería a él.
Había tanta pena en el corazón de la clérigo, que nunca se puso a reflexionar en todo lo que había pasado, esa era la sonrisa que tenía siempre, incluso estando deprimido le dedicaba un tiempo, como si fuese un padre, el primer amor de su vida, su querido rey.
El fuego le quemaba los pies y en sus alaridos de dolor le llamó, era una traición a su propia manera de vivir las cosas, juró no volver a derramar una lágrima por él “Ayúdame, no me abandones”. Era delirante ante el miedo del peligro.
El general tenía una expresión absorta, los soldados se reían de aquel desagradable espectáculo.
Perdió momentáneamente la consciencia cuando de un latigazo, el soldado la calló al hartarse de sus chillidos.
-¡Quémate ya, bruja maldita! Aja, ja, ja.
Ella sintió un latido y luego otro, su cuerpo en el fuego se relajó, entre la inconsciencia y el delirio, solo quería verle una vez más y gritó su nombre.
-¡Ayúdame Lion-O, Sálvame rey mío! Lentamente perdía la razón.
Solo fragmentos de imágenes, un estruendoso sonido, una cosa salió de esa cueva, una cosa que llenó de pánico a los soldados y en cambio ella, sintió mucha paz, por extraño que pareciera, el calor llevó hasta ella un dulce olor, un pelaje en el que muchas veces hundió su rostro cansado.
Las cadenas asidas a la estatua estallaron en mil pedazos y de pronto sintió el latido de un corazón poderoso que la rodeó con sus brazos, era un ángel que se la llevaba al cielo pensó.
El general Hachiman no daba cuenta a lo que pasaba ante sus ojos, siguió atento a esa figura, sus soldados se fueron acercando, gritaba “un intruso” “Ha caído” “Mátenlo antes de que escape” “Débil, ja, no puede mantenerse en pie”, sacando sus armas de plasma en vez de espadas que eran de adorno, se aprestaban a cometer un acto de deshonor.
Un rostro inconfundible, el chico de una larga cabellera sostenía a la chica entre sus brazos desnudo, él sacó su espada, la espada de su familia, era una reliquia en un mundo donde los soldados usaban pistolas alimentadas por la sangre del thundrillium y su maldición tecnológica, un utensilio destinado a la obsolescencia.
La espada de su ancestro, una espada larga de la escuela perdida de los Hachimanes, ese era su día, ya lo había decidido hace mucho tiempo, la llamada que esperaba estaba frente a él y cargó sin miedo.
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Un encuentro con recuerdo del pasado
Pueblo desconocido dentro del bosque negro
La lluvia era brutal y se escuchaba con fuerza lleno de relámpagos, su cuerpo estaba lleno de compresas, era un sitio caliente, una cueva o una choza wolla y se alarmó, pero no pudo moverse, aquel extraño abrió sus labios y le pasó la comida masticada, con dificultad tragó pero lo hizo por unas renovadas ganas de sobrevivir.
“Era prisionera del enemigo” No lo creía, no era la piel aceitosa de un insecto, peluda y tersa como la de un felino.
Dormía todo el día y en la noche, se acostaba a su lado para darle calor, había una pieza de carne de pescado sobre la fogata que él desmenuzó y le dio de comer, ella no podía abrir los ojos, escuchaba el ruido, a veces luces atenuadas.
Al menos no era un monstruoso bichejo, era una ganancia, dormía nuevamente y tomaba muchos líquidos, le había quitado la manta blanca de su bolsa, apenas hablaba, era una mujer porque tenía una larga cabellera, pensó en Cheetara, era imposible, un día su maestra se cortó la melena. Pronto lo único que pudo ver era un velo que cubría su rostro.
-Gr-gra-cias, dijo débilmente, esa persona acarició su rostro.
Cada día que pasaron en ese “hoyo” salía y regresaba con nuevas cosas, cajas y suministros.
Una bolsa de dinero, su bolsa de dinero, no, parecía diferente, por el sonido era mucho oro.
Viajó subida a su espalda, no lograba enfocar ver la cara o apariencia de su salvador, aunque se dio cuenta que era causado por una sustancia tranquilizante que le aplicaba machacada en la frente, donde el dolor siempre era una constante, despertándose en mitad de la noche gritando.
Esa amable persona la cuidaba con esmero, quería agradecerle, lo único que salía de su boca eran sonidos guturales.
Llegaron a lo que parecía ser una aldea de Wollos, hubo mucho revuelo a su llegada, en la pérdida de su consciencia, pasaban más días y su vista se recuperaba paulatinamente. Había aves que la atendieron, animales de diferentes especies.
Ya no le dolían las piernas y ese “chico”, pues tenía brazos musculosos, no se separaba de ella, le afeitó las piernas donde le quedaron horribles marcas y las llenó de una especie de crema que escocía cubriéndola de vendas, se preguntó si era un habitante del desierto por la forma amable en que se conducía a las personas.
Le decía cosas lindas, no era capaz de entenderlas.
Dormía con ella en la misma cama, “¡qué insolencia!”, se decía, era un atrevido, aunque en el fondo se sentía extrañamente segura.
Paulatinamente fue recuperando sus sentidos, esperó pacientemente hasta recuperar toda su fuerza, un día despertó sin que sintiese más dolor, un día se reincorporó, volvía a ser dueña de sus sentidos, usaba una bata blanca fresca.
Era una aldea de aves, un pueblo tranquilo, aún así no podía perder el tiempo, se quitó las vendas de las piernas y manos.
“¿Mis piernas? Ya no hay marcas”, se esculcó la piel donde el pelo crecía lentamente, no había heridas, se habían desvanecido, igual las marcas de latigazos en su espalda. “¿Qué bigotes pasa?’”
Regresó a su cama y se pellizcó pensando que era un sueño, pero no era tal porque se retorció de dolor.
-Esa medicina ha sido fenomenal amigo mio, ya casi no le quedan marcas.
“¿Esa voz?”
-¿Entonces se recuperará?
-Completamente, ya no tenemos nuestra vieja ciudad, no piense mal, no estamos locos, nuestra ciudad volaba, suena estúpido, pero así era.
-Correcto. El doctor siguió pensando que no le creía.
-¡Hmp! Aún así, nuestros conocimientos no se han ido, estaremos eternamente agradecidos con los felinos, especialmente los leones, tenemos una gran deuda por la muerte del rey Lion-O, es extraño que no haya despertado aún, sin los tranquilizantes que compró la primera vez ya debería haber recuperado la vista, el oído y la motricidad, de haber actuado más tarde no lo estaría contando.
-Pensaba viajar al sur, pero tendré que esperar más tiempo.
-No se lo recomiendo, han visto grupos de escarabajos al Este de aquí, hubo un terrible estruendo, tal vez la guerra que temíamos entre Thundera y los bichos, nos aprovisionamos en los refugios, esta vez estamos preparados para lo que venga.
-Es bueno saberlo amigo mío, nos marcharemos cuando ella esté curada.
-Tome su tiempo, el pueblo no se irá a ningún lado, aunque si el paso del rio se cierra, salir no será una opción, es lo único que mantiene a raya a esos bichejos.
-Es extraño ver a tantos animales de diferentes razas viviendo en un solo lugar. Se siente mucha paz y no necesitaron de un héroe o rey para lograrlo.
-Estoy de acuerdo, aunque esto se lo debemos al recuerdo de su sacrificio, la vida es dura en este sitio, pero somos felices, algo que no puedo decir de Thundera, es una ciudad muy gris, espero que eso no lo ofenda.
-En absoluto y nuevamente, gracias. El ave que salió del cuarto se llevó las cajas con medicinas.
-Bien amiguita, si despiertas pronto nos iremos, tengo una misión importante y creo que no puede esperar, mi primer plan como rey y mira como acabo, completamente perdido, las cosas que dijo ese escarabajo fueron muy raras y tú para variar me recuerdas a...
-¡Túuu! Ella gritó y se abalanzó arrancándole el velo de su cara, casi se muere de la impresión.
-¿Qué rayos haces?
-¡LION-O! ¡No, no, no, tú… tú es-estás muerto! Se Pegó a la pared y aruñó las tablas como si quisiera hacer un hoyo hacia al otro lado.
-¿Muerto? Le respondió ese chico pelirrojo, se preguntaba nuevamente si no era un sueño, qué va, una pesadilla, se tocó la mejilla y la pellizcó con más fuerza, dolía que el demonio.
-¡Por todos los gatos! Se levantó de un salto, supuso que seguía siendo una niña que soñaba tener dieciséis o que había muerto definitivamente.
Lloró al pensar eso último, no podría vengarse de Letha y Marion, peor aún, fue succionada por el fantasma de ese viejo rey llorón, era una desgracia.
-¿Por qué lloras? Dijo con un tono amable.
Las aves y animales que desfilaron frente a la puerta se preocuparon por el alboroto, pero celebraron que ya se hubiese recuperado al escuchar a la chica maullar.
Se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar besándole en cualquier parte libre de su rostro libre.
-¿Dónde te habías metido todo este tiempo?
-¿Perdón?
Ella pareció recobrar su sentido de “dignidad” le dio un puñetazo enojada.
-¡¿Pero qué mosca te ha picado niña?! Dijo completamente desubicado.
-¿Perdón? dices ¿perdón? ¿Es lo primero que se te ocurre? Y para tu información incordio, tengo dieciséis… solo que soy un poco “bajita”.
-¿Ahh?
-¡Tu estas muerto!
-¿Otra vez con eso?
-¡Bien muerto, muertísimo! Lo dijo en un tono que él se rió.
-Celebro que estés bien pequeña, pero no seas descortés.
-¿Es que no me reconoces pedazo de idiota? Soy yo, Wily Kit, quiero decir Kitty, llámame Kitty, eso, pero el hecho es que...
-¿Wily Kit?, ahora quien parecía ciego era él, aunque no se le podía culpar.
-¡Que tú eres Wily Kit! ¡Ja, digo , ja! No digas tonterías niña, mi Wily Kit es una chica educada, amable y obediente.
-¿Tu Wily Kit? Ella dijo abochornada haciendo una cara estúpida.
-Además, mi Wily Kit tiene apenas 8 años.
Ella salió para buscar su bolsa de viaje, de entre sus cosas sacó una flauta circular. Tocando una melodía que él bien conocía. Extendiendo como obsesa la flauta que se miraba un poco desgastada.
-Pe-pero estás muy grande. ¡¿Wily Kit?! Tú no puedes ser…
-¡Idiota, bobo despreciable, regresa a la tumba de la que has salido!, ella le tiró otro puñetazo en pleno rostro. Eso le molestó.
-Ey, ¿por qué has hecho eso? El pelirrojo le jaló de sus orejas.
-Si en verdad eres mi Wily Kit estoy muy decepcionado señorita, una dama no se comporta así. No hago esta clase de cosas por lo general, pero necesitas aprender a respetar a tus mayores.
-Mayores… pero si tengo dieciséis… Él iba completamente en serio, la sentó boca abajo en sus rodillas y comenzó a darle como obseso.
¡Plaf, plaf, plaf!
La chica regresó a su cama con una expresión única, metiéndose bajo las sábanas temblando, le había nalgueado y había sido muy duro.
-Esto cariño, te ha dolido más a ti que a mi, si no, no tendría sentido. Dijo con una sonrisa.
-¡Desgraciado, ahora nunca me podré casar! ¡Buaaa! El chico que no era otro más que un joven Lion-O se empezó a reír a carcajadas.
-No digas tonterías, ya te he nalgueado otras veces, es cierto que casi no te portas mal, pero esto es inaceptable. Parecía que ella se convertía en cristal y se deshacía en pedacitos.
-¿Lion-O? ¡¿En verdad eres Lion-O?! ¿No eres un enviado de Mumm-Ra por casualidad?
-¿Enviado de Mumm-Ra? Ja, pero que cosas dices niña. Quizás no era notorio en ese entonces, pero el comportamiento tan correcto de Lion-O parecía como si se viera una pintura antigua, era como si se hubiera quedado años atrás con expresiones que en ese entonces a pesar de galantes y correctas, se consideraban cursis.
-Es que tu… y luego… no, no, no.
-¿Te sientes bien? Él le puso la mano sobre la frente.
-¡Largo, largooo, he dicho! Él se sorprendió, esperaba las gracias, en cambio ella era una maleducada.
-Bien, bien no te inquietes, me retiro “imitación de Wily Kit”.
-¿Imitación? Uyuyuyui… ¡FUERAAA! Dijo tirándole una almohada que el esquivo cerrando la puerta.
Completamente fresco, con el velo encima de su rostro y una capa, se retiró de la habitación con una mueca “¿qué chica tan loca?” “¿Wily Kit…? Ja, pero como no. Es cierto se le parece, pero mi Wily Kit es una niña tierna, de corazón dulce y abierto, esa chica en cambio refunfuña constantemente”.
Mientras la cuidaba, la expresión enojada de Wily Kit no cambio, llego a pensar que ella se parecía demasiado, aunque ese enojo no podía ser suyo.
Y Wily Kit, que se hacía llamar Kitty, se quedó en su cuarto sin decir nada, hasta pasado unos momentos en que pareció recibir la instrucción de su cerebro.
-¡¿Pero que estoy haciendo?! ¡Es Lion-O!
Se cambió apresuradamente y corrió fuera de la habitación, seguramente él no la reconocía, se parecía a la niña, pero era ya toda una mujer, se contoneaba estúpidamente al pensarlo.
-¡¿Lion-O, Lion-O?! ¿Dónde está? Preguntó al tendero.
-¿Quién?
-El felino con una capa.
-¿Hmm, un habitante del desierto?
-Sí, sí, eso.
-¡Ah! Se acaba de marchar.
-Eso ya lo sé idiota ¿a dónde ha ido? Sin apenas verla, el tendero le respondió con desgana.
-Mmm, fue con el patriarca y tomó un caballo, eran mejores las monturas felinas, pero parecía más a gusto así, no te preocupes, dejó pagado tu hospedaje, dijo que iría a buscar a sus amigos.
-Maldita sea, la chica se preparó apresuradamente para partir.
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La pelea entre Lion-O y Wily Kit apenas duró unos segundos, en realidad no fue una pelea, se limitó a patearle por sorpresa en el pecho y él se derrumbó de su caballo.
-¿Lion-O? Estás bien, lo siento, no te me vayas a morir. Le agitaba violentamente.
-¡Qué alguien me ayude!
La niña era todo un alboroto y las aves no parecieron muy amigables con ella, pero cuando lloró, una persona a quien recordó ver en el hospital de Avista cuando atendieron a Wily Kat por intoxicación con dulce de leche se le acercó, él no pareció reconocerla, al parecer, le había atendido a ella ese tiempo.
-¡Un león! Dijo en voz baja, le cubrió la cara con la manta y ayudado por otros, lo transportó de vuelta a su cuarto. Estaba seguro de que era él.
Tenía un fea cicatriz en el pecho, no se curó con nada, más bien era como si no reaccionase a químico alguno, el médico pensó que era una cuestión de hechicería, la cicatrización era lenta pero segura, lo que significaba que podía manejarla.
-Los lobos dijeron que el rey león fue apuñalado por un tigre albino y que se quedó en la Avista, fue cuando aparecieron los primeros transformados de ojos vacios, algunos de los nuestros que tenían información valiosa sufrieron el mismo destino.
El doctor fue relatando los hechos al león de larguísima cabellera que era atendido por Wily Kit.
Las cortinas estaban echadas.
-Ocho años, tanto tiempo. Realmente eres Wily Kit ¿no?
La chica asintió.
-Escapamos, pero todo cambio, después de que Mumm-Ra desapareciera, abandonamos la búsqueda de las piedras y nos separamos.
-No lo comprendo, no pareces haber cambiado nada, se diría por la herida que no tiene más que un par de semanas.
-Sería peligroso para mí si se los contara, no sé si me dicen la verdad. Thundera en guerra, Tygra un dictador, elefantes guerreros, escarabajos samurai, me parece una locura.
-Te encontré debajo de la ciudad, los escarabajos te cortaban el cabello, hacían Thundrillium con él.
-¿Thundrillium? El doctor jaló un cabello y como un cabello natural se partió, lo puso al fuego y se quemó como un cabello común y corriente dejando un olor a piel quemada.
-No me parece que sea posible, dijo el doctor. Lion-O pensó que probablemente gastó en ese momento toda su energía, si los escarabajos no le hubieran quitado el exceso, seguiría dormido por decenas o quizás cientos de años.
-Esa pequeña boba de Keos, voy a darle un coscorrón cuando regrese a Avista.
-¡Avista! Regresar.
-¡Aja, ja, nada, nada! Es hora de irnos.
-Pero tu herida.
-No puedo hacer nada al respecto en “este lado”, una vez que regrese a mi… no importa, podré recuperarme luego, mi misión es muy importante.
-¡¿Era su plan desde un principio?! ¡No! Desde mucho tiempo atrás… el doctor se llevó sus manos emplumadas a la boca.
-¿Plan, de qué gatos habla? ¿Es que todos los adultos hablan entre líneas?
-¿Es por eso que usa el velo? Lion-O lo reflexionó por unos momentos. He hizo una ligera expresión.
-Un escarabajo me dijo que tuviera precaución, que no debía mostrar mi rostro.
-¿Hablaste con un escarabajo y no te partió la cara?
-O no, en realidad fue muy amable, me dio esta espada. Lion-O sacó de una tela una espada negra con un loto dibujado.
-Tú eres muy extraño gatito, definitivamente eres mi Lion-O.
-Eso es muy tierno querida. Lion-O le dio un beso en la mejilla. Ella sobrerreaccionó nuevamente riendo como estúpida.
-Oh pero eso es maravilloso, ¿sabe lo que eso significa…? ¿…mi familia? El gesto de Wily Kit era de un cabeceo constante con una línea recta por boca, pues no entendía ni una palabra.
Lion-O volvió a hacer un pequeño gesto.
El ave comenzó a aplaudir y se sentó con los ojos abiertos riendo y luego llorando.
-He vivido con tanta culpa, mi familia me dijo que no lo hiciera, la avaricia pudo más, fui con “ellos” los lobos atacaron, luego se retiraron dejando a los consejeros y la gente que les apoyaba, empezaron a llegar naves de los lagartos y nos atacaron, huimos guiados por un wollo, luego vino la explosión.
-¿Entonces la mayoría logró llegar con el señor Tejón?
-Muchos a la nación de las Aves, pero no fueron muy amables, a pesar de ser aves nos despreciaron y regresamos aquí, así… que fue usted, nos separó, no deseaba… un traidor dentro, no quería gente de Mumm-Ra… ¿Siguen aquí no es verdad, los traidores sigue aquí? Él asintió.
-¿Podría alguien explicarme qué…?
Lion-O se colocó el velo y la capa sobre su cabeza y le tapó la boca a la chica, alguien se alejó corriendo cuando la luz se apagó, mostrando su sombra tras el cristal de la ventana.
-No es seguro aquí, será mejor que no lo comente o su seguridad puede estar comprometida.
-Salgan por el patio de atrás, esperemos a que llueva, si es un ave no podrá seguirles, yo iré a vigilar las monturas.
-Gracias.
-No, a usted por devolverme la esperanza.
Cuando salieron escondidos entre la hierba, el doctor discutía con unas personas, decía que alguien había robado una “quimera” y que no se podía ir nadie hasta recuperarla.
El caballo no relinchó, salieron despacio y luego montando sobre él, arrancaron a todo galope.
-Hubieras tomado una montura.
-Las monturas se cansan en la lluvia, los caballos pueden correr más tiempo y son más rápidos.
-Pero te dejan molido el trasero.
-Para eso vamos en una silla.
-Claro, toda empapada por el agua.
-Te quejas demasiado niña, sigo pensado que no tienes mucho de Wily Kit corriendo por tus venas.
-No iba a ser una niña por siempre. Lion-O que apretó la brida, iba a decir que ella se comportaba como una, pero prefirió seguir adelante.
Ocho años era mucho tiempo y tenía poco tiempo para averigua la solución a su dilema o Avista se quedaría atrapada dentro de esa burbuja dimensional, una vez contenida por la bolsa sin fondo.
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Restos de Avista
Estaba completamente destruido, Cheetara y Letha recorrieron el lugar, habían pasado varios días buscando.
-¿Qué en los ancestros ha pasado aquí? Dijo la clérigo.
-Dijeron que fue una explosión muy poderosa, destruyeron lo que quedó de este lugar, solo mira los árboles. El ejército de esos bichos ya se retiró.
Cheetara pegó su bastó al piso y cientos de tiras negras recorrieron el lugar sintiendo la forma de unos cuerpos.
-Son decenas de escarabajos, la explosión se originó en este punto, reconoció el Thundrillium.
-¿Y qué pasa con Kitty? Letha dijo con verdadera preocupación.
-Ella no está aquí, pienso que huyó, si te preocupaba tanto no la debiste dejar ir. Cheetara segura de que estaba viva bromeó con el chico.
-Tú sabes cómo es mi familia y ella es una chica inmadura, Marion en cambio...
-Me refiero a acompañarla. Cheetara no pudo encontrar los restos de la estatua, aunque luego comprendió el motivo, con las manos desenterró el frente, Letha usó los pies, ella se enojó.
-Lo siento maestra.
-Sentirlo no basta, vamos, tenemos que levantarlo.
-Pero es muy pesada.
-Usa tu fuerza mágica, puedes lograrlo. Cheetara esperó a que el chico levantase la estatua con su bastón del que surgió una enorme cantidad de madera empujándola hasta tenerla vertical, ella en cambio no participó.
-Excelente, has dominado el bastón a la perfección, pero si no pones una barrera... la estatua se fue ladeando en el lodo, Cheetara estaba arriba de una rama comiendo una manzana, el chico en cambió trataba de no caer en el lodo.
Sabía que su maestra estaba enojada, ¿qué podía hacer él? No importaba que le gustase, era una cola-orejas, sus padres la rechazarían por siempre y él acabaría desheredado.
-¿Sabes? No debiste llevarla a ese baile.
-¡¿Maestra?!
-Le hiciste llorar, esperó toda la noche bajo la lluvia.
Él bajó la cabeza.
-No se trata de que me guste o no, es que ella...
-¿Qué, no se adecúa tus estándares?
-“…”
-¡Apresúrate! Espero que Marion no salga como tú o te arrepentirás toda tu vida. Extendiendo su báculo, hizo que el chico callera al lodo, haciendo que su báculo regresara la estatua a su posición original.
Al hacer tanto esfuerzo, el collar adornado por una piedra roja en su cuello, pareció generarle dolor.
-Ey, requieren una man… mh, mh, hm. Agarrándolo de la boca Wily Kit ocultó a Lion-O que vio a una felina que parecía Cheetara a lo lejos, le pareció extraño, pues tenía el cabello corto y no una larga melena dorada.
-¿Qué haces?, Ella no debe verte.
-¿De qué hablas? ¿Por qué no?
-Porque esa estatua es tuya.
-¿Bromeas?
-Te parece que tengo cara de bromear, esa Cheetara no es la misma que una vez conociste, si te ve aquí seguramente acabarás en las cortes como un hereje y si apareces frente a ella, no se lo tomará a bien.
-Para eso traigo un velo. Aún así no lo entiendo.
-¿No lo ves? Wily Kit se jaló el corsé mostrando que ya era toda una adolescente y que Cheetara había crecido en la misma proporción.
-Eres un poco vulgar, claro que no puedes ser mi Wily Kit, ella era una niña risueña y amable, tú en cambio frunces el ceño todo el tiempo, eres una furia. El chico puso su dedo blanco y fino en medio de las cejas.
-No seas estúpido, han pasado años desde la última vez que nos vimos, claro que tenía que cambiar.
-Pues no deben ser muchos, porque eres muy bajita.
-¿A quién llamas bajita? Casi tengo diecisiete. ¡Hazme caso idiota!. Jaló la caperuza de su capa que tuvo que buscar con sus manos la manera quitársela.
-Podrías pasar por un númida así. Wily Kit le pegó con la mano y le hundió la cabeza. Sonrió mordazmente.
-¿Por qué rayos sonríes? Pareces sospechosa.
-También podrías cambiar la voz, serás perfecto.
-Hmm ¿Perfecto para qué?
-Solo sígueme la corriente novio mio.
”¿Novio mio?”
-¡¿Kitty?! ¿Qué haces allí oculta? ¿Sabes lo que te hemos estado buscando? ¿Y quién esta persona, ahora asaltas a los viajeros? Lion-O trató de girar la cabeza, pero la chica le aplastó el rostro contra el piso.
-¡¿Ah?! ¡Cheetara, pero que afortunada casualidad! Aya, ayay, ayay. Cheetara le tomó de su larga oreja y la jaló con enojo.
-Estamos en guerra pequeña partisana, ¿Dónde has estado?
Tal vez ella tenía razón, esa no era la Cheetara de su época, se había cortado el cabello y parecía más adulta, generaban una imagen idílica, desde luego que pensar en esa felina de una manera romántica era absurdo, los sentimientos habían hecho que perdiera la perspectiva causándole profundas heridas para las que no estaba preparado, no repetiría ese error nunca más.
-¿Kitty, estas bien? Nos tenías muy preocupados. Un felino, corrió hacia ellos. La chica hizo una mueca y le dio la espalda.
-¿Ah sí, preocupado por mi? ¿Y qué pasó con “tu dulce Marion”? Por los ademanes que hacía se conocían de mucho tiempo atrás, estaba dudando, quizás la gatita tenía razón, no dejarse ver era lo mejor, se levantó limpiándose la tierra e inspeccionó el lugar, no podía decirle la verdad a esa chica, las marcas de una explosión eran visibles, recordó haber sido salvado por ese escarabajo, no le dio las gracias, se marchó cuando pensó que podría hacerlo por su cuenta.
Había restos de soldados escarabajo, uno de ellos tenía una insignia de un sol en su frente, sacó la katana de su funda negra con el mismo sello, era preciosa.
Sin tomar en cuenta la discusión de la gatita y sus acompañantes, trajo su caballo y sacó un hacha con la que cortó ramas de diferentes árboles.
La pira funeraria le costó una hora de su tiempo al haber tan poca madera seca, enterró la espada de cada soldado alrededor con su casco encima y rezó por ellos, para que hicieran un viaje honorable con sus ancestros.
-En algunos lugares, lo que acabas de hacer se consideraría traición, le dijo la tersa y paciente voz de la clérigo.
-Si es así, no es un lugar que quiera conocer, es de bárbaros no honrar a los muertos. Como le sugirió la felina, cambió el tono de su voz y la hizo un poco más grave.
-Eso… es un buen pensamiento, aún así, no veo que tengas problemas con robar. Cheetara creyó que él había sustraído una de las espadas, él se justificó sin sentirse apenado para no levantar sospecha.
-Yo he quitado la vida a estos soldados, cualquier cosa que trajeran es mi botín de guerra, además, la muerte de un guerrero es que su espada se oxide, a mi me servirá mejor, no creo que le moleste.
-Vaya que no, si has sido tú quien los ha matado, ha sido también un acto de heroismo. Soy Cheetara, líder de los clérigos.
-¿Líder? Creí que habías renun…
-¿Decías?
-No, pensaba que los clérigos se habían extinguido con la caída de Thundera.
-¿En dónde has estado estos años, enterrado en el desierto? Ella no le presionó por el hecho de que no le dijera su nombre.
-Algo por el estilo.
-Ya que has ayudado a Kitty te estoy agradecida, así que te daré un consejo, este no es un buen lugar para estar, te sugeriría que fueras a nuestro campamento, pero ya que somos unos bárbaros, lo omitiré extranjero.
-Nada fuera de lo ordinario, algunas cosas nunca cambian. Subiéndose a su caballo que tenía problemas para caminar sobre el lodo, salieron al camino. La clérigo le observó escrutándole tras esa capa de una material similar al vendido por los wollos.
-¡¿Cómo que tu novio?! Gritó Letha.
-¡Shhh! Sa-fa-mu-la-fa-so-fo, seseó de un manera graciosa, recordaba algunas de las expresiones de Wily Kit, ¿por qué no le impresionaba? Se sentía como si hubiese dormido durante años, puede que se tratase de un engaño.
Barajó sus opciones, la villa de los elefantes estaban a cuatro días a galope, la ciudad de los perros a tres si seguía el paso de las carretas de los Wollos. No encontraría nada útil con los perros, así que los elefantes sonaban como el destino más probable, si encontraba a Aburn las cosas se resolverían, el problema radicaba en que él le había dicho que no regresaría a la villa de los elefantes, viajaría por el Tercer Planeta buscando la respuesta al problema por el que ahora estaba en ese lugar.
Su única posibilidad era seguir al lado de Wily Kit.
-¡Wily Kit, nos vamos! le gritó en un tono enérgico.
-¿Wily Kit? ¿Quién es él, tengo… tenemos derecho a saber?
-Ya te lo dije, es mi novio, su nombre es… Pendragón, eso, Pendragón.
-¿Pendragón? Pudiste inven… está bien, está bien niña, debemos ir al campamento. Dijo Cheetara cansada.
-¿Pendragón? ¿Desde cuándo lo conoces? Nunca lo había visto, es algo sospechoso.
-¡Nhhh! Wily Kit le sacó la lengua.
-Es mi novio, que te baste con eso pelmazo. El chico que discutía acaloradamente con la felina no parecía conocer el verdadero nombre de esta. Pero ella elevó ambas orejas.
-¿Wily Kit, te ha llamado Wily Kit? ¿Habías dicho que no querías que nadie supiera tu nombre real? Entonces esto va muy en serio. Cheetara le musitó.
La chica era un pedazo de hielo viviente cuyas manos estaban extendidas de una forma hilarante.
-¿Nombre verdadero? Letha preguntó como si descubriese un secreto por el cual se sintió ofendido no compartir.
-¿Por qué le dirías a un extraño tu nombre verdadero, por qué nunca me lo has dicho a mi?
-Cállate idiota, no sabes nada y no tienes porque ponerte celoso a estas alturas. ¡Buaaa! Era tan absurda la escena y Lion-O estaba cansado de ella, que cargó con su caballo y la subió con su musculoso brazo cubierto por una manga larga y café, no era un sujeto común y corriente, aunque no era muy alto, Letha sintió celos, esperaba que bajo ese velo se ocultase alguien terriblemente feo.
Wily Kit pataleo, pero Lion-O le dijo sin mucho tacto.
-A este ritmo vas a ganarte una nalgueada.
-Solo atrévete gazapo y…
Cheetara y el chico se quedaron completamente en shock cuando el sujeto del caballo se preparó para ello.
-Nooo, lo siento, lo siento mi vida. Lo que para él era un extranjero, sentó a la chica en su regazo y continuaron hasta alcanzar el borde seco del camino.
-Esos dos son… muy cercanos, no, ya no tienes que preocuparte de nada. Cheetara se burló de Letha quien bajó la cabeza.
Fin Capitulo 3 parte 1
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jajajajaj dios me e reido y me han dejado con tantas dudas este cap, que no las digo todas, jajajajaj kitty y lion-o...creo con 8 años mas es una posibilidad, de hecho casi apoyo este emparejamiento jajajajajaj genial conti conti
ResponderEliminarptt podrias describir un poco mas la apariencia de chetara y el tigre...estaba muy baga la descipcion
No es muy diferente, salvo que sin una larga cabellera, el otro no es un tigre letha es un felino hijo de un señor feudal luego pongo los diseños.
Eliminarno habias dicho que seria un capitulo de un solo jalon ya que la historia tom un rumbo muy de suspenso en mi opinion saludos
ResponderEliminarEso iba a suceder pero el capitulo sigue siendo muy grande, que no entraría en una página, es mejor dividirlo.
EliminarAdemás la revisión de ortografía y lógica obliga a invertir mucho tiempo y hay cosas que quiero meter, otras que quiero eliminar, así que hay que cocinarlo más tiempo.
entonces para cuando estara la parte 2 amigo?¿todo lo que pasa en este episodio es algo alterno a la historia como el titulo lo dice es un engaño o se quedara en la historia que llevas?
ResponderEliminarNo tengo una fecha, imagino que antes del viernes de la otra semana.
EliminarLion-O está y al mismo tiempo no está 8 años en el futuro.
Todo tiene una explicación y Lion-O no estará indefinidamente allí.
Veremos cosas de dos meses después de la destrucción de Avista.
Que WYLI-KIT sea la pareja oficial de LEON-O
ResponderEliminarQue lo vas a mandar al pasado de nuevo despues de estar apricionado por 8 años en Thundrilio, tiene que recuperar la garra y la espada de los Algurios que sin duda el traidor de tigra no puede usar ni siquiera tocar
Lion-O está y no está en el futuro, al menos tienes un poco de lo que querías, aunque desde un principio había planeado este viaje.
EliminarSobre si son o no oficiales eso no creo que importe mucho, además Lion-O no es capaz de confiar en las mujeres, al menos pasará algo de tiempo antes de que la verdad se sepa.
Además no puedo hacer a la pareja que quieras la oficial, porque seguimos las filtraciones de lo que la segunda temporada de los Thundercats se iba a tratar.
De donde sacamos los PDF y si habra lemon en ellos (por decirlo de una forma suave)
ResponderEliminarDe preferencia Wyli-Kit
No, esa versión solo se distribuirá a algunas personas pero no a todas pues no son canon.
EliminarPerdón? pero el segundo anónimo de esta página no soy yo( soy la chica de 13 años que te pedía la pareja de leono y kit)XD,pero volviendo a lo inicial está genial aunque al principio me lié bastante además me ríe mazo y otra cosa como se puedes ser miembro en tu blog para lo de los comentarios como lo hace Annet?
ResponderEliminarSigue así que tengas suerte,
Un beso,MUAK!
Pues te registras en Blogger y con esa cuenta puedes comentar.
EliminarLa otra manera es dando clic en "Responder como" Elige de la lista Nombre/Url pon un nombre y pulsas en continuar y así y asé quien eres chiquita.
Genial! ya lo hice a que mola?
EliminarGracias, un beso,MUAK!
Como se hace para acceder a los PDF?
ResponderEliminarCuando el siguiente capitulo?
Y te has tomado libertades en el guion como para no querer emparejar a Wily-Kit y Leon-o, que me parece la pareja perfecta por que ella nunca lo traicionaria de ninguna forma y siempre confio en el, como en el capitulo que lo creian muerto y ella dejaba señales para que los encontrara o cuando le entrego la espada luego de estrellarse Avista
Que terminen juntos a la larga no es inesperado, y si lo hacen en este capitulo MEJOR
Los PDF son versiones especiales, no serán publicadas porque no son canon, salvo apara algunos amigos.
EliminarPero no necesitas de los PDF, esta versión del blog es la versión completa.
Cuales son tus fuentes de la 2º Temporada?
ResponderEliminarY que verdad es la que se va a saber despues?
Cuando van a paparecer WYLA y PAMHELA? Que rol van a cumplir?
Dan Norton, Foros de fanfiction declaraciones de los creadores de la serie.
EliminarPamhela es una vieja amiga de Lion-O que le hizo algo muy feo.
jose villela 31 de mayo
Eliminarcuando suven el proximo capitulo
Próximamente, espero que ya esta semana publiquemos el primer capitulo con las imágenes y agregados que fueron descartados.
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